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Aquellas voces no dejaban de sonar en el fondo de aquel comedor de amplia mesa, mis ojos miraban fijamente el otro extremo de ella, era aquel en el que se encontraba mi padre, mis ojos lo miraban pero mis pensamientos se encontraban de nuevo sumergidos en el recuerdo de aquel hombrecillo descrito en aquel libro que era de mi mayor gusto.

-"Por favor... dibujame un cordero", aquella frase vino a mi inconsciente haciendo que moviera mi mano en busca de papel y lápiz.

-Suho, ¿qué buscas?- habló mi madre deteniendo mi brazo entre sus manos.

-Un papel y lápiz, ¿tienes alguno que me prestes?- pregunté aún con la necesidad de dibujar un cordero

-Te has visto muy ausente en esta comida- hizo sonar mi padre su voz- de seguro a de ser por todo el trabajo que te deja el hospital- prosiguió- debes de tener algún caso extraordinario para no responder mis preguntas.

Tarde varios minutos en responder, mi mente no estaba sumergida en ningún caso quirúrgico o extraordinario para la ciencia y la medicina, yo me encontraba una vez más queriendo ser lo mismo que aquel autor que me presento a alguien que he querido conocer toda mi vida. Yo, como él, quería pintar planetas, estrellas, boabs y también boas abiertas y cerradas pero estas ilusiones me fueron sosegadas el decirme que yo no tenía futuro como uno, que en cambio mi vida se vería llena de lujos y comodidades al convertirme en cardiólogo.

"Las personas mayores nunca pueden comprender algo por si solas y es muy aburrido para los niños tener que dar explicaciones."

Esa es una de las frases más reales que pueden existir, mi padre no comprendía que mi interés no era conquistar otros mundos o caminar sobre la luna, ¿para qué hacerlo si yo mismo podía crear mi luna y mi mundo?. Di un profundo suspiro y cerré momentáneamente mis ojos, no me pondría a discutir con mi padre sobre este tema de nuevo, sería mejor quedarme al nivel que él quiere que este, al mismo nivel al que se encuentra la mayor parte de los hombres.

-Sí así es, como siempre padre, el hospital esta lleno de muchos casos- dije para tomar por vez primera un bocado de mi comida ya fría.

-Lo sé, he hablado con algunos colegas y me han dicho que eres todo un modelo a seguir y también me alagaron por la gran operación a corazón abierto de los pequeños gemelos recién nacidos que hiciste, sin duda alguna me siento orgulloso de ti.

-Gracias padre.

-Hijo, hoy te hemos pedido que vengas porque queremos hablarte de algo que sabes que es muy importante para la familia- dijo mi madre dejando a un lado sus cubiertos- has cumplido los veinticinco ya y creo que es hora de que formes una familia.

Su comentario hizo que mi bocado se atorara en mi garganta bajando con dificultad, se que era hora de casarme pero no de la forma que ellos querían por fin había encontrado a alguien que pintara mi sonrisa día a día, aunque este no lo supiera. Si había tenido varias citas con chicas pero todas ellas terminaban en lo mismo, "¿Cuánto ganas?, ¿qué edad tienes?,¿tienes hermanos?", ninguna de ellas entendería si le digo que las estrellas ríen por la noche, todas eran vanáles y vacías, como las rosas; en cambió él sonreiría conmigo y me diría que no solo ríen por las noches, ellas también son como un vaso de agua refrescante.

-He hablado con Park y Han y he pedido que te den unos meses para que puedas dedicarte más a ti.-comento mi padre mientras terminaba su taza de té- puesto a que pronto serás el director del hospital es necesario que te conviertas completamente en un adulto contrayendo matrimonio.

-Padre- dije dejando de lado los cubiertos con los cuales había apenas probado bocado- se que quieres que me case y lamento no haber encontrado aún a la persona indicada y sinceramente pido disculpas de que las cosas no sean como quieres.

Principito. -SULAY-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora