2014

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Primer dia de clases en la escuela. "Qué rápido pasan los años" pensé. En un año terminaré la secundaria, ¿y después qué? ¿Qué será de mi vida? Iba entrando al aula con esas interrogantes en mi cabeza cuando, gracias a mi torpeza, me choqué contra una carpeta. Me pareció escuchar una risita burlona, pero no vi a nadie delante mío, ya que había llegado temprano.

-Deberías tener más cuidado. - escuché una voz masculina proveniente de la esquina derecha del aula.

-Yo... - empezé a hablar pero, cuando alcé la vista hacia el adolescente, me quedé repentinamente callada.

Era alto, de tez trigueña, sus ojos eran un tanto adormilados, y vestía un polo azul claro con blanco. Él me miró y sonrió un poco demasiado coqueto.

Escuché a la secretaria conversar con una madre de familia, hice como si ese muchacho no me hubiese hablado y me senté en la parte delantera del otro lado del aula. Ahora sólo tenía que esperar a que venga Alexia, mi mejor amiga desde hace dos años cuando, estrepitosamente, vine a parar a esta escuela.

Después de garabatear unas cosas sin sentido en la parte posterior de mi cuaderno por más de quince minutos, escuché que gritaba "¡Valeriaa!". Giré en mi asiento y vi a una persona pequeña, cabello suelto, ojos chinitos y una mochila que fácilmente podía pesar más que ella.

-¿Tan temprano llegas? - dije sarcásticamente.

-Lo sé, siempre puntual. Oye, aún no acepto que sea nuestro penúltimo año de escuela. -dijo ella y corrió hacia mí para abrazarme.

-El chico de la esquina me da miedo -dije mientras la abrazaba.- ¡pero no lo mires! - agregué, adivinando su siguiente acción.

-¿Por qué? ¿Qué tiene? ¿Qué te hizo? -preguntó como si él me hubiese robado o algo parecido - Dime y lo mato, nena.

La empujé fuera del salón mientras sentía los ojos de ese misterioso adolescente en nosotras.

Cuando estábamos en el pasillo, le conté lo sucedido a Alexia. "No me inspira confianza" fue lo primero que salió de su boca.

Hay algo en su mirada que me llamaba mucho la atención, lo que me desesperaba era no saber ese algo. Durante lo que restaba de clases, Alexia y yo nos pusimos más al pendiente de nuestro verano, porque siempre estábamos en contacto, como las mejores amigas que somos.

Sin embargo, yo le oculté algo a Alexia, algo de lo que, hoy en día, no me arrepiento y no me avergüenzo: Steven, mi mejor amigo, me confesó que yo le gustaba. Y no sólo eso, sino que me lo dijo cuando estábamos en su casa, sólo los dos, y terminamos besándonos; pero no, no pasó nada más que sólo besos. Sin embargo, eso no era lo malo, sino que , cuando todo eso pasó, yo tenía enamorado. Su nombre: Joe. Me propuse a terminar con él; pero, por alguna extraña (y maldita) razón, no lo hice. Así que así empezó mi año, en general.

Diario De Una Desconocida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora