Hace unos minutos el juez ha terminado la sesión, le han dado 39 años de cárcel a Ben por matar a Josh, por las lesiones que nos causó, dejar a Zayn en estado crítico y secuestro, Allan y Cristal estarán en un Correccional de menores hasta que cumplan la mayoría de edad y vayan a la cárcel, cuando Allan esté en prisión será sancionado con 20 años y 6 meses de cárcel por secuestro y complicidad de la muerte de Josh, y Cristal, 13 años y 8 meses de cárcel por intento de homicidio, y por último los cómplices de Ben, su sanción será de 6 años y 3 meses, por secuestro y por las lesiones personales que le causaron Cristopher cuando estaba en la Universidad, ellos fueron los que lo golpearon aquella vez
Agarran de repente mi hombro con brusquedad, volteó y es Cristal
-Lauren, tienes que creerme-me gritó mientras un policía la llevaba esposada-Yo no te disparé-dijo eso último antes de que los policias la llevarán con fuerza hasta un pasillo, pude notar como su mamá lloraba, Steven la estaba abrazando y Bradley sólo miraba a Cristal con decepción
-Acompañenos-dijo un policía
-¿A dónde?
-El joven Allan Napier, insiste en hablar con usted-¿Allan...?-Acompañenos, no se preocupe lo estaremos vigilando
-Papá...-lo miré y el asintió
-Ve con cuidado, aquí te estaré esperando-sonrió y asentí
Fui en mi silla de ruedas junto con aquel policía, entré a una pequeña sala y Allan estaba ahí sentado, esposado acompañado de un policía
-Tienen 15 minutos mínimo para hablar-dijo el policía que venía conmigo y cerró la puerta, nos dejaron a los dos sólos
-¿Qué es lo que quieres hablar?-le pregunté
-Relájate no voy hacerte daño-dijo y rodé un poco la silla para estar justo en frente de él-¿Tienes miedo?-rió
-No, ¿Qué es lo que quieres hablar?-se acercó a mi
-¿Sabes que hice cuando el estúpido de Malik murió?
-No me interesa saberlo en absoluto
-Celebré a lo grande, ya yo no respiraba el mismo aire que él, acabe con él, lo conseguí
-Maldito, ojalá y algún día te arrepientas de todo, no sabes todo el daño que has causado
-Tal ves sí o tal ves no
-¿Querías hablar conmigo de ésto? Eres un imbécil-la palma de mi mano chocó con su mejilla
-No, sólo quería ver como te retorcias del dolor por recordar todo lo que te ha pasado
-Nunca pensé en decir ésto pero gracias por ser un idiota y así poder sacarte de mi vida-rodé la silla hasta la puerta, antes de irme rió malicioso
-Hasta luego preciosa-me dijo y empecé a rodar la silla, es un imbécil, no sé como fue que me enamoré de él, me había mostrado el aspecto que le favorecía
-Lo siento-escuché la voz de un chico que tropezó con mi silla
-No, no te disculpes yo estaba un poco distraída-alcé la mirada para ver quien era aquel chico con quien había tropezado hace unos segundos
-No te preocupes, dime a donde vas y con gusto podré ayudarte-lo miré indecisa, no puedo confiar en nadie y más si es alguien que acabo de conocer
-Gracias pero no, mi padre está en el otro pasillo, además puedo sola
-Bueno te acompaño-tomó las manillas de la silla de ruedas
-No espera-coloqué mi pie en el suelo para que no andara, me miró-¿Quién eres?-le pregunté