-Dame permiso-dije un poco desesperada y lo quité de la ventanilla
-Calmate chica, que de por cierto no me ha dicho su nombre y ya casi vamos a bajar del avión-rodé los ojos y me quité el cinturón-tienes que esperar órdenes para quitar tu cinturón, aún ni hemos aterrizado del todo
-Agh, está bien-me crucé de brazos y me puse el cinturón
-Pareces niña pequeña
-Me vale lo que digas
-Okay, tirate del avión y matate si eso quieres
-Ya veo por qué la gente se aburre de ti-sólo me miró por un segundo y volteó
-Lo lamen...-me interrumpió
-No hace falta que digas nada, tranquila-metí la pata y bien en el fondo
-Lo lamento, es sólo que me estreso muy rápido y no mido mis palabras
-Pero yo no tengo la culpa de tu estres-en parte si la tenía, pero decidí quedarme callada esta vez-y no sabes cuanto puedes llegar a herir una persona por tu ira ó algo parecido
-Soy Lauren-no sabía ni como hacer que este chico me disculpara, sí que me siento mal por lo que le dije, así que decidí decirle mi nombre
-Ya no me interesaba saber tu nombre
-No sólo decía, por si algún día querías buscarme en mis redes sociales
-Ridícula-eso sí que dolió, estamos a mano
-¿Discúlpame sí? No fue mi intención herirte-me quedé callada
-¿Tu herirme? Te lo digo de nuevo, ridícula
-Ah pero tú si me puedes tratar de ridícula cuantas veces te de la gana, pues no, te pido respeto por favor
-¿Qué se siente eh? Creo que ahora estamos a mano, ¿Lauren cierto? Hermoso nombre para una hermosa chica
-Les habla el capitán Raymond, en breves momentos tomaremos tierra en el aeropuerto de Heathrow, la temperatura exterior es de 20 grados. Durante el aterrizaje no se levanten, abróchense el cinturón y no desplieguen sus mesillas; no se quiten el cinturón hasta que el avión no se detenga por completo, deseamos que hayan tenido un buen vuelo, gracias por contar con nuestra aerolínea y bienvenidos a la ciudad de Londres-habló el piloto
-¿Ya tienes abrochado tu cinturón?
-Si, me viste ponermelo hace unos momentos, no te imagino como padre, pobre de tus hijos
-¿Por qué?
-Das órdenes, te preocupas como un padre
-¿Y éso es bueno no?
-Pues si, pero aún no eres padre...¿o si?
-No, claro que no, falta mucho para éso-sentí un golpe en mi trasero y éso significa que hemos aterrizado
-Aterrizamos por fin, ya podré irme de aquí y no verte jamás
-Te quieres hacer la mala, pero yo sé que te encanta tener una compañía como la mía
-Por favor, no seas ridículo
-No mientas-sólo rodé mis ojos
.
.
.
-Puedo sola, no necesito de tu ayuda
-Estás a punto de caerte, déjame ayudarte ¿si?
-Está bien, gracias...¿cómo es que te llamas?
-Harley
-Ay Dios-mis ojos se cristalizaron
-¿¡Qué pasó!?-preguntó aquel chico preocupado
