¿Ella...?

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-Ven ¡Rápido,  se nos hace tarde!- Le repite Dannie a John, están acaramelados, como siempre.

Día tras día, siempre ha sido igual, en el instituto tengo un bajo rendimiento académico, se burlan de mí, cada año es igual al otro. Es lamentable que pase así de año en año.

-Oh, empezó a llover- digo entre sollozos, así paso todos los días, ha pasado tiempo sin llover. Me encanta la lluvia, es lo que mas anhelo en todas las estaciones del año, Invierno es mi preferida, Sentir las gotas de agua caer sobre mis ojos empapados, sentir mi ropa húmeda tras estar bajo la lluvia eso me reconforta. Pensaran que soy extraño, pero me encanta la lluvia, simplemente me encanta. 

Soy Williams, un estudiante de instituto, día tras día voy a esa cárcel con pizarras, no hablo mucho, por lo que siempre se alejan de mí, mi pelo es liso, extremadamente liso, mis ojos escondidos por unas gafas son grises. Tengo la piel sumamente blanca.

Siento recorrer unas gotas en mi piel, todavía estando dentro de mi casa, son unas gotas rojizas deslizándose por mi brazo izquierdo. Tiro la navaja que esta en mi mano derecha, salgo del baño, entro en la sala de estar y luego salgo al patio de mi casa. Sentir la lluvia es muy reconfortante, dejo que mi sangre se diluya junto a las gotas cayendo de este grisoso cielo y me siento en el césped, que tranqe estar 30 uilo es esto. Luego dminutos allí, la sangre finalmente ya no está, se ha extinguido junto con la lluvia. Mis lágrimas de cuando me corté ya no están, me siento increíble, aunque un poco adolorido por la herida que me hice hace unos minutos mas tarde. 

****

Me despertó la alarma, no me extraña que nadie esté en casa, esta casa esta siempre sola, la única compañía que tiene soy yo...

Fui hacía la regadera,  me dejé hundir en la sensación que daba al momento de fluir en mi cuerpo esas chorreantes gotas. Luego de estar allí aseándome, me cepillé los dientes, me lavé la cara y pues lo normal, me vestí con unos pantalones negros, una cremallera gris y unas converse negras. 

Desayuné rápido y me fui hacia el instituto. Al llegar vi a unos maestros y les sonreí, como siempre lo hago, sonreír ya lo hago naturalmente, no siento nada, es solo una actuación. Entré al aula, me senté en el primer sitio que vi desocupado, estaba al lado de una ventanas , sin nadie al rededor, me siento bien sin nadie al rededor mirándome o haciéndome preguntas estúpidas como todos los días "¿cómo estás?", No entiendo el por qué preguntan eso, si siempre les dirán "Bien". 

Una chica se sentó a mi lado, uff... ya con el pregunterío. 

-Hola- me plantó en cima.

-Hola- le respondí.

-¿cómo estás?- preguntó ella con un tono normal.

-Bien- Respondí con una sonrisa, claramente actuada- ¿Y tú?- Le seguí la conversación.

Se susurro algo inentendible -¿Qué?- Pregunté, no había oído nada.

-Se te nota la tristeza hasta en la sonrisa- Respondió.

suicida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora