S.Q.U.A.D. Shite Stuff

Frederick

-¡La tarea de Matemáticas!-Abro los ojos de golpe. Miro el reloj digital a mi derecha y noto que falta exactamente un minuto para las 5:30 am, hora a la cual suena el despertador.

Me levanto de un salto saliendo de la cama y corro hacia mi escritorio en busca de mi tarea. ¿La habré hecho? Pensaba desesperadamente mientras buscaba entre el montón de papeles. De repente se me viene a la cabeza un recuerdo mental en el que tengo la sensación de haberla hecho. Suena la alarma y corro a apagarla.

Abro las cortinas con la esperanza de que al ver la habitación iluminada, mágicamente aparecerá mi tarea o al menos me acordaré de donde la deje. Entonces recuerdo que la había hecho el mismo día en el que me la entregaron antes de vacaciones. Para comprobarlo voy y abro mi mochila para sacar el folder y corroborar que mi tarea si este ahí. Y como sospeché, si lo está. Con más paz y tranquilidad me dirijo a doblar las sábanas y básicamente, a hacer la cama.

Después tomo la ropa que había planchado y alistado la noche anterior y entro al baño. Me ducho y pienso un rato sobre la ironía de la vida mientras el agua caliente cae sobre mi enjabonado cabello. Cuando salgo de la ducha secandome el cabello con un paño, noto que ya es tiempo de un corte de pelo. Mi madre siempre me enseñó a que tener una buena presentación es muy importante, sobre todo porque tus superiores deben tener una buena impresión de ti si quieres tener un éxito en la vida. Supongo que es por eso que me preocupa tanto ser puntual y lucir "bien".

Bajo a la cocina y abro la refrigeradora en busca de algo sencillo y práctico de comer. A pesar de esto, lo que encuentro en la nevera no me da mucha fe. Varias botellas llenas de agua fría, un frasco vacío de mermelada de sabor a guayaba y un extraño dip que nos regaló la Tía Gertrudis en su cumpleaños que debe llevar meses ahí. Ella simplemente... No es buena en eso de preparar alimentos. Con algo de decepción tomo una de las botellas y me dirijo a mi dormitorio.

Entro a mi baño y me cepillo los dientes delante del espejo. Tomo el perfume echando un poco de su fragancia en el cuello y las muñecas. Al percatarme que casi no produce olor, decido repetir el proceso varias veces. Tomo mi mochila y la botella y bajo hacia la sala de estar para ver unos cuantos minutos las noticias. En mi camino veo de reojo que está toda la familia comiendo pan tostado con miel. Miro el reloj de mi celular y al hacer un cálculo matemático me entero rapidamente de que no tengo tiempo suficiente como para desayunar. Debido a esto simplemente me despido de mis padres y el bebé y me dirijo hacia la parada del autobús. Tal vez después me compre un muffin de chocolate y una fruta saludable en la cafetería del colegio. De camino a la parada hay algo en mi interior que me hace presentir que hoy será un día algo ajetreado, es eso o sólo es mi estómago rugiendo de hambre. No lo se, nunca se sabe.

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