Caminé rápidamente bajo la lluvia, casi corriendo, pero no podía correr; primero porque llevaba unos tacones de apróximadamente veinte centímetros (sí, veinte, tan asombroso como sonaba) y segundo, estaba decepcionada; había conocido a un chico en la universidad que me empezaba a gustar, pero, no quiso aparecer, habían cerrado el café hace diez minutos y juré que no iba a llegar, llevaba dos horas y media esperándolo y dudo mucho que fuera a venir a media noche.
Suspiré y tomé mi cabello, estrujándolo un poco para sacarle el agua, pero con esta lluvia torrencial, volvió a mojarse, el clima estaba tan bonito cuando salí, un día normal de verano, pero, como mi mala suerte me perseguía, llovió.
Nadie estaba en la calle, solamente un chico que vi subir por la ventana de su habitación, pero, en el tiempo que iba caminando, no había nadie.
De pronto sentí las ganas de gritar, era una humillación haber sido plantada y más lo era porque le había hablado toda la semana a mi madre sobre él, ella ya decía que me gustaba, pero no me di cuenta que era el simple hecho de la emoción de que luego de años de no tener una pareja, alguien me invitara a salir; era patético, pero cierto.
Sentí que mis piernas dolían aún más que antes, aún quedaba un largo camino a mi casa y no pasaba ningún taxi, suspiré y seguí caminando rápidamente, no quería mojarme aún más.
Para el colmo, me caí y no podía levantarme, comencé a soltar lágrimas de el fastidio y la rabia, gruñí y pateé mi propia pierna, otra mala idea, estaba comenzando a doler y juro que para esta noche tendría un gran moretón más grande que mi cara, sentí unas manos en mi cintura y me alarmé ¿ahora qué, me violarían?, no, esto ya era demasiado.
Sentí que me levantaron y alcé la vista, vi a un joven de apróximadamente mi edad, tenía el cabello y ojos castaños, llevaba un paraguas y lo había puesto sobre nosotros, me sonrió y ¡Dios, juro que esa sonrisa me iluminó el día tan horrible que había tenido!
-¿Estás bien?-Me preguntó preocupado, yo sonreí.
-Sí, estoy bien-Y luego, me habló con una sonrisa, parecía que iba a bromear al ver mis malos humores y las hormonas que de seguro liberé al estar en el piso.
-¿Siempre que lloras te pateas?-Preguntó divertido.
¿Me había estado siguiendo?, oh no, me alejé un poco de él y como por arte de magia, pareció leer mi mente:
-No te seguí, tranquila, simplemente olvidé mi billetera en la cafetería de mi padre y estaba lloviendo, ahora tengo que volver a casa, ya que está cerrado-Respondió. ¿La cafetería donde me habían dejado plantada era de su padre?
-Justamente me plantaron ahí...-Le dije y él me sonrió.
-No vale la pena llorar por eso-Dijo y secó algunas lágrimas de mis mejillas-Mucho menos patearte o traerte unos zapatos de metro y medio y correr con ellos-Me dijo con una voz serena que hizo que me sonrojara.
Reímos juntos de su comentario.
-Soy Logan, mucho gusto.
Y ahí empezó todo, algo mágico y que agradezco de que haya sucedido.
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Muy bonito :9-Créditos a: ask.fm/imaginewithyouridol
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Imaginas (Big Time Rush)
FanfictionUna recopilación de imaginas de todo tipo con los cuatro chicos: James, Carlos, Logan y Kendall. ¡Disfrútalos!