40: El Llavero. (Capítulo narrado)

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Valentina seguía preguntándose quién era su amigo Anónimo. Cada vez que recibía una nota de él sentía las famosas mariposas en el estómago. Pues no sólo era su primer amigo si no que aún que no se conocieran en persona él la había ayudado cuando ella más lo necesitaba.

Entró al salón de clase y de costumbre encontró la nota sobre su pupitre.

Sonrió instantáneamente y la abrió.

Leerla la hacía muy feliz, era lo único que le alegraba de ir a la escuela básicamente.

Cuando termino de leerla la guardó en una pequeña caja rosa donde tenía el resto de las notas.

...

La escuela terminó y llegó al parque rápidamente sacando de su mochila comida de gato para repartirlas entre los pequeños mininos que ella tanto adoraba, si fuera por ella se los llevaría todos, pero su abuela ya no permitía uno más.

Los gatos comenzaron a acercarse a ella maullando.

—Hola pequeño—ella sonrió—les traje comida.

Entonces sólo dos de los chicos que la ayudaban llegaron.

Ella sabía que uno se llamaba Axel un pelinegro de sonrisa encantadora y el otro Mateo un castaño con pinta de chico malo pero en realidad era muy amable y divertido.

Ambos eran chicos algo populares en la escuela, lo que le parecía raro que fueran amables con ella.

—Hola—los saludó ella alegremente— ¿donde están los demás?

—Tienen clases extra para no asistir a la escuela en vacaciones—le respondió Mateo con una sonrisa— Pero almenos nosotros dos pasamos de milagro.

Ella río entonces uno de los gatos le hizo tirar la bolsa de comida al suelo.

—Dejeme ayudarte con eso—le dijo Axel inclinándose a agarrar la bolsa.

-Muchas g-

Ella se detuvo al ver que de la chaqueta negra de Axel salió aquel llavero metálico con un gato negro en el centro.

—Se... Se te calló algo—dijo ella lentamente.

Cuando Axel bajo la mirada su rostro se tornó rojo, lo levantó enseguida y lo guardo en su bolsillo de nuevo.

—Acaso tu...

Axel miro a todos lados nervioso.

—¡Me tengo que ir!—dijo él rápidamente y salió corriendo.

—¡Espe... —Mateo lo trató de detener pero Axel ya había desaparecido—¿Que le pasa?

—¿Es él?—murmuro Valentina para ella misma aún sin estar segura de nada.




Chan chan chaaaan(?

La loca de los GatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora