O N E

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Narra Kellin*

Un día común y corriente al menos para mí lo era, aunque para mis papas era él día más importante de Nuestras vidas, es obvio que se refiere a las suyas, y no a la mía, en fin hoy por fin daría por terminada la carrera de Derecho, y no es sea una mala carrera de hecho es bastante interesante pero no es lo mío, jamás me visualice con usar todos los días un traje y corbata, o estar cada hora en algún tribunal intentando defender a alguien, y si, digo intentando porque no haría mi mayor esfuerzo y mucho menos sabiendo que la culpa es suya, y tampoco me hubiese gustado trabajar para el gobierno, todo es una mierda ahí, en pocas palabras solo estudie eso para darles el placer de que su hijo tuviera una carrera.

-Kellin, apresúrate que llegaremos tarde -Dijo mi madre desde el otro lado de la puerta.-

-¿Y si mejor no vamos? -Respondí en un pequeño grito, lo cual fue un error, esta acaba de abrirse mostrándome a una mujer ya arreglada y al parecer, demasiado molesta.-

-Estas loco, ya me arregle y no vamos a faltar solo porque tú lo digas.

-Mamá, ya tengo edad sufi...

-El día que encuentres un trabajo, tengas tu propia casa, y seas tú quien me mantenga, ese día me podrás decir lo que quieras, pero como aún vives en mi casa, harás lo que yo diga, así que apúrate -Dijo y salió de mi habitación-

Ella sabe que la amo bastante ¡PERO COMO ODIO QUE ME DIGA ESO! Y odio esas malditas frases que usan cuando eres un niño/adolescente "Cuando tengas la mayoría de edad, puedes hacer lo que quieras" Ah pero cuando llegamos a la mayoría de edad, todo cambia por un Mientras vivas en mi casa, haces lo que yo diga. Y eso es lo que está pasando, aunque sea algo estupido a mis veinticuatro años sigo viviendo con mis papas, aún no vivo solo porque, bueno. Mi vida se hubiera ido al carajo, es más creo que ya no estaría aquí si hubiese seguido con mi vida de un chico rebelde, para cuando entre a la universidad solo era un pobre niñato que se quería sentir mayor, haciendo cosas tontas y actuando como un completo imbécil.

A pesar de que ya era de noche, estaba acostado así que me levante y me dirigí al baño para tomar una ducha rápida, en cuanto salí me coloqué el precioso traje *Nótese mi alegría* que mis padres me habían comprado para cuando llegar este momento, me lo puse mientras maldiciones salían de mi boca, cuando por fin termine tome mi celular, cartera y baje para encontrarme con mis padres ya listos para irnos, ambos me regalaron una sonrisa a la cual no pude negarme y se las regresé.

Mi padre condujo al rededor de una media hora y llegamos a donde sería la ceremonia, ahí nos darían los famosos diplomas, nuestros documentos y para quienes habían echo su examen profesional antes, ya le darían su cédula y todas esas cosas que no me interesaban, había invitado a mi hermosa y mejor amiga Katelynne, ella siempre me dijo que hablara con mis papas al respecto de la carrera, pero como ya se dieron cuenta jamás lo hice. La ceremonia paso normal, poco a poco fueron pasando los alumnos a tomar sus respectivos diplomas, cuando mencionaron mi nombre todo mundo gritó, como si no hubiese un mañana, entre mis compañeros de clase, mis papas y Katelynne se armo un relajo.

-¡Felicidades Kells! -Me dijo Kate, mientras me abrazaba. -Ya era hora.

-Gracias Katie. -Respondí y le di un beso en su mejilla.-

-Hijo muchas felicidades, estoy muy orgullosa de ti.

-Gracias mamá, en serio.

-Espero y ahora puedas conseguir un trabajo. -Dijo mi padre, mientras me daba un apretón de manos.-

-Ojalá y no. -Dije en un susurro.-

-Bien, vamos a festejar, tenemos una reservación.

Salimos del lugar y subimos al auto, durante todo el camino Katelynne estuvo hablándome en susurros, sobre que tenía que decir a mis papas lo de la fotografía intente hacerlo varias veces, pero me resultaba un poco difícil, ellos decían que no me ayudaría para nada, y que si lo hacía solo sería por un simple hobby.

De tanto que me lo repetían créanme que ya estaba creyendo sus palabras, pero entonces llegaba Kate y me daba palabras de aliento diciendo que mis padres estaban equivocados y que yo podría llegar a ser un excelente fotógrafo, que podría tener la suerte de trabar con bandas famosas, eso era lo que me ayudaba a no perder las ganas de seguir con esa idea. 

World Behind My Wall [Kandy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora