T W E N T Y F I V E

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Narra Andy* 

El tiempo se había pasado volando, apenas hace una semana Kellin cumplió los nueve meses y ahora solo estábamos impacientes de la llegada de nuestra hija, así es, tendremos a una hermosa niña, la llamaremos Copenland, entre Kellin, Kate, mi madre y Mary, mi futura suegra, eligieron el nombre, era un poco extraño pero lindo, igual que su otro papá.

-¡Andy! -Gritó Kellin desde la habitación. -¡Maldicion!

-¿Qué pasa Kells? -Pregunté asustado y agitado al mismo tiempo que llegaba a la habitación.-

-Y-ya va a nacer. -Dijo entrecortadamente.-

-Sisisis, la... La maleta ¿Dónde está la maleta? -Pregunte ya nervioso.-

-En la sala.

-Sisi... En la sala. -Dije y salí corriendo de la habitación. -¡Listo! -Grite y salí de casa.-

Los nervios y la felicidad se me juntaron por completo, que salí de casa sin Kellin

Que idiota Andrew.

Abrí el departamento nuevamente y fui por Kellin a la habitación.

-Kellin avísame que todavía estás aquí. -Dije y lo cargué.-

-E-estas viendo que apenas ¡Ah! -Dio un grito bastante alto. -Si puedo hablar.

-Cierto, lo lamento cariño, son los nervios. 

Lo tome en brazos y salí ahí para dirigirme al elevador, solo rogaba porque nadie lo estuviera ocupando ahora, llegue a la planta baja, en cuanto Jenni vio aquella escena gritó un Suerte Kellin Y salí como alma que lleva el diablo, lo subí en la parte trasera y luego subí yo al volante, conduje lo más rápido que podía, mientras Kells iba haciendo eso de inhalar y exhalar, rayos me estaban sudado las manos, no podía dar a luz en el auto, además de que yo no sabía ni una mierda de cómo hacerle de partero.

-Andy a-apresúrate.

-Eso hago Kellin, no me presiones.

-Por ¡Ah! P-por tu culpa estoy así.

-Pues no te quejabas mucho hace nueve meses, de hecho lo disfrutabas demasiado.

-C-cállate Biersack.

Llegue al hospital y volví a cargar a Kellin, grite como un loco desesperado buscando a un médico, debían atenderlo rápido, y como un rayo de luz, su medio apareció y llamó a unos enfermeros para que llevarán una camilla, e inmediatamente se lo llevaron al quirófano dejándome parado en medio de la sala de espera, llame a todo mundo y como si les hubiese dicho Hay comida gratis llegaron en "Fa", estaban nuestros amigos, mis papas, mis suegros y Kate, ya habían pasado unas horas desde que Kellin había entrado al quirófano, nadie salía a darnos noticias.

-Andy tranquilo, todo saldrá bien. -Dijo mi madre.-

-Si hermano, ya cálmate. -Levanto su mirada. -Me estando dando un dolor de cabeza horrible ¡Deja de moverte tanto! -Grito Jinxx.-

-Lo siento, son los nervios.

-Andrew... -Dijo Kate con una sonrisa. -Copen y Kellin estarán bien, tranquilo.

-Familia de Kellin Quinn. -Dijo un medico, ese no era el medico que había atendido a mi Kellin.-

-¡Nosotros! -Dijimos al unísono.-

-Bien.

-¿Cómo están? ¿Puedo verlos? ¿No les pasó nada? ¿Sigo siendo padre? ¡Contésteme! -Grite.-

-Señor cálmese. -Dijo con cierto tono de fastidio. -Ambos están bien, solo vine por ordenes del medico que atendió a Kellin, por el momento no podrá recibir visitas.

-¿Por qué? -Preguntó Mary- ¿Le pasó algo?

-No, todo bien, pero fue un parto algo complicado, Kellin solo necesita descansar un poco, para mañana podrán pasar a verlo.

-¿Y mi hija? ¿Puedo verla?

-Claro, ella está en los cuneros, acompáñeme.

Camine detrás del medico por uno de los tantos pasillos, tomamos el elevador que nos llevaría donde estaba el área de los bebés. En cuanto llegamos donde los cuneros, me dio una de esas batas color azul con gorrito para poder entrar, ya cuando estuve vestido adecuadamente, entre sin hacer mucho ruido, pues los bebes de ahí estaban dormidos,. Camine cuidadosamente tratando de no hacer mucho ruido, cuando encontré a mi hija la cargue con sumo cuidado, no quería lastimarla, era tan pequeña y frágil, sus manitas eran tan pequeñitas, era preciosa. Tanto como Kells. 

-Hola cariño. -Dije en voz baja. -Dios eres preciosa, jamás pero jamás me imaginé que está sería la sensación de un padre al ver por primera vez a su hija, tu papi Kellin y yo, estamos muy emocionados por tenerte en nuestras vidas, eres lo único que nos faltaba para ser sumamente felices, cariño te quiero tanto, incluso más que a Kellin, pero no le digas es medio celoso. -Dije y besé su pequeña manita, en un momento todo mi dedo índice y lo rodeó con su manita.-

-Sr. Biersack tiene que salir, en un minuto vendrá la enfermera a darle de comer. -Dijo el doctor, yo solo me limite a asentir.-

-Adiós mi vida, mañana a primera hora te vendré a ver. -Dije y ahora deje un beso en su frente.-

En cuanto salí mis amigos y familia comenzaron a hacerme preguntas sobre la niña, desde el tamañito que tenia, el color de sus ojos ¿Eso como lo voy a saber? Tenia sus ojitos cerrados, bueno a todo eso les respondí, pero siempre finalizando con una sonrisa, Kate me tomo del brazo y me mostró su teléfono, era una foto mía cargando a mi hija.

-¿La haz publicado?

-Ganas no me faltaban, pero quien debe publicarla eres tú, tú eres el nuevo padre.

-Mándamela.

-Vale.

En cuanto me llego la foto, fui directo a Instagram y la subí, esta foto haría que todo el Army se pusiera de lo más contento, sabían que Kellin estaba embarazado pero obviamente jamás publiqué algo como Hey, Kellin está tendiendo contracciones, ya seré padre pues no, pero bueno como mínimo una foto de ella y mía estaría bien por el momento.

"El segundo mejor día de mi vida, eres lo mejor que me ha sucedido, tan frágil y linda, bienvenida a mi vida, hermosa Copenland"

No había pasado un minuto cuando los comentarios y likes se hicieron presentes, varias personas ya habían dicho que querían conocer a mi hija, algunas "Exigían" una foto de mi familia, y cosas así, obvio no las negaría, pero prefería que fuera cuando Kellin estuviese despierto, ya con Copen en sus brazos, ahí les daría todas la fotos que me pidiera. 

World Behind My Wall [Kandy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora