Un paseo por el bosque

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Una vez en un pueblo de montaña turístico en México llamado Mazamitla, este pueblo era conocido por el hecho de contar a sus alrededores con cabañas donde los turistas podían vivir la experiencia de pasar tiempo en el bosque, prender la chimenea, una fogata, caminatas por el pueblo, ir al mercado.

En las afueras de ese pueblo es donde habia unas cabañas antes de llegar al ojo del agua, el cual les contare más adelante que es, bueno en esas cabañas es donde inicia la historia, las cabañas de esa sección estaban en forma de escalera, primero unas que estaban a ras de la calle y bajando para introducirse al bosque, se podían ver varias cabañas de madera conectadas por un camino empedrado y a veces con troncos que habia en ese lugar, casi hasta el fondo se podía ver a un chico en una de esas cabañas, estaba sentado en el barandal que daba hacia el bosque por lo tanto si se llegaba a caer la caída sería bastante grave, jugaba con su celular algo molesto, dado a que casi lo habían obligado a venir, el chico tenia cabello oscuro todo despeinado, traía una camisa de cuadros color roja desabrochada y arremangada hasta los codos, pantalón de mezclilla negro, tenis de color negro todos desgastados, golpeaba con sus pies el barandal. No encontraba razón alguna para estar en ese lugar en fechas Navideñas y no en la ciudad, donde mínimo podría entretenerse haciendo algo, aquí se cansaría de ver el bosque, además que no habia nada nuevo que hacer y ese pueblo lo conocía a la perfección.

En eso vio un par de chicas caminando hacia el bosque y desviándose hasta otra sección de cabañas donde habia un quiosco ideal para pasar el día haciendo alguna carne asada o algo parecido, conocía bien esa zona y se rio al ver que ellas llegaron hasta la parte de arriba y se dieron cuenta que la puerta estaba cerrada, por lo tanto tenían que regresar al bosque para poder regresar a las cabañas, por lo tanto el chico volvió a verlas pasar de nueva cuenta, sin fijarse mucho en ellas. Ellas pasaron casi corriendo hasta su cabaña la cual por algunas cuestiones raras del destino estaba enfrente de la suya. El chico siguió jugando con su celular, no tenía ganas de ayudar en la atestada cocina a preparar la comida, entonces escucho como que lo llamaban, volteo hacia su cabaña y resultaba que ahí no era, volteo a la cabaña del frente y vio cuatro chicas sentadas en la mesa de afuera que le estaban hablando.

Una parte de él le decía que fuera a su cabaña y se escondiera ahí, no tendría que tener que socializar y otra de él que estaba aburrida le decía que fuera a ver que querían esas chicas, al final no supo cómo fue que por primera vez en su vida gano la parte de ir a ver que querían esas chicas. Fue ahí con ellas viendo al suelo y considerando en cualquier momento regresarse corriendo. Hasta que llego ahí, se puede decir que varias de las chicas eran guapas, algunas se podía decir que tenían bonito cuerpo, posiblemente algunas mayores que él, pero él se fijó en una de las que estaban ahí que no estaba interesado en verlo o saber de él, si la que jugaba con su cabello negro oscuro como la noche y algo ondulado, sin hacerle caso de que él estaba ahí y voltearlo a ver de forma nerviosa. Se quedó ahí hablando con ellas, sobre la escuela, su ciudad de origen, que cosas habia en la ciudad, cosas normales. Cosas que podían ser inútiles pero lo que le interesaba era esa chica la cual no se parecía nada a sus primas y amigas. La chica lo veía nerviosa y le sonreía de manera discreta, él también le sonreía de manera discreta y en algunas ocasiones bajaba la mirada para evitar que ella se diera cuenta que ella estaba viendo.

Tuvo que irse el chico antes de que sus padres le hicieran quedar en ridículo llamándolo para cenar, así que entro a su cabaña. Habia algo en esa chica de cabello oscuro que le habia llamado la atención y quisiera pasar un tiempo a solas antes de regresar a la ciudad, porque para su desgracia se enteró que ella no era de la misma ciudad que él, aunque quedaban algo cerca unas dos o tres horas de camino. No se vieron más durante ese día, salidas al pueblo o realizar cualquier otra actividad evitaron que se vieran.

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