El nacimiento de un ángel - PRELUDIO

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Mi consciencia regresa al sonido de latas cayendo, siento frío y me abrazo a mi mismo mientras lentamente abro los ojos que me escuecen al sentir el brillo de la mañana. Volteo hacia el sonido de las latas de aluminio y veo a un gato husmeando entre el basurero... ¿por qué estoy a lado de un basurero?

Intento ponerme de pie y mis piernas se sienten débiles, como si hubiera pasado un largo tiempo desde la última vez que las use, apenas y puedo sostenerme con esfuerzo, me siento débil, cansado y con frío. Miro mi propio cuerpo, veo mis ropas las cuales son ligeras y algo andrajosas... ¿por qué...?

Muchas preguntas invaden mi mente, pero me duele la cabeza con sólo pensar en darles respuesta.

Camino hacia la salida del callejón, gente pasa ocasionalmente, nadie con el suficiente tiempo para mirar hacia donde estoy. De pronto mi estomago gruñe exigiendo atención, mientras el olor de un restaurante cercano me golpea despertando mis sentidos. Intento cruzar la calle para alcanzarlo, pero me encuentro aturdido, no tengo la suficiente fuerza para maniobrar mi cuerpo entero, quizá por ello no me doy cuenta hasta que algo duro y pesado golpea mi costado, siento las ondas de dolor subir gradualmente antes de sentirme caer contra el piso frío y duro, y lo siguiente que sé es que mis parpados pesan demasiado para mantenerlos abiertos...

Mi segunda vez despertando es diferente a la primera, en esta ocasión me despierto con el pitido constante de una maquina cercana, comienzo a escuchar el suficiente ruido como para permitirme seguir durmiendo. Abro los ojos y todo es familiarmente blanco.

Sé que he estado en un lugar así antes... cuando intento recordar, mi cabeza envía más ondas de dolor y lo dejo.

Miro a mis costados, hay camas, algunas con personas en ellas, más personas en trajes blancos moviéndose de aquí para allá, ayudando... no, trabajando... su trabajo es ayudar.

No sé como lo sé, sólo lo sé...he estado aquí antes, pero no en una cama. Hoy estoy en una cama.

Una chica en blanco me detecta despierto, me sonríe y se acerca, sus ojos chocolate inspeccionan el liquido de una bolsa suspendida por encima de mi, y luego toma mi brazo, es cuando veo que la bolsa esta conectada a mi.

- ¿Cómo te sientes? – sus ojos sonríen, su voz suena amable.

- Despierto – Mi voz es rasposa, extraña para mí. Me aclaro la garganta – Quiero decir, con hambre – sigue siendo extraña para mis oídos, no la reconozco.

- Eso es indicio de lo recuperado que te encuentras ya – sonríe de nueva cuenta. – En un momento te traigo algo para que comas.

Se marcha. Ella me agrada, es amable.

Regresa después de unos minutos, trae una bandeja consigo, pero no viene sola, una mujer bajita y rechoncha la acompaña.

Deja la bandeja en torno a mi cintura y después comienza a acomodar mi cama para que me haga quedar sentado, intento acomodarme también pero un pinchazo de dolor en el costado me detiene.

- Descuida, yo lo hago, eso aun debe doler... - comienza a decirme y entonces recuerdo cómo antes de caer inconsciente, algo me golpeó.

- Así que ¿Cuál es tu nombre jovencito? Necesito tus datos para el papeleo, ocupamos contactar a tus familiares dado que no portabas ningún tipo de identificación – explica la mujer rechoncha.

Mientras la miro, noto su impaciencia al mirarme con una ceja elevada, entonces intento darle sus respuestas antes de verla perder la paciencia.

- Yo...

Me avergüenza un poco admitirlo, pero si, me tomó un día entero darme cuenta que no sé quién soy. No tengo recuerdos de mi vida, mucho menos de algo o alguien en ella.

Todas las veces que intento averiguarlo, de presionar mi mente... mi cabeza lo rechaza. Duele demasiado, a tal grado que quiero olvidar que alguna vez quise recordar.

A partir de explicar que no tengo recuerdos, paso de ser un simple paciente, a ser beneficiario de toda la lastima que puedo recibir...

Todos a mí alrededor, tanto demás pacientes vecinos como trabajadores me regalan las mismas miradas de compasión.

Yo no necesito compasión, necesito mis recuerdos.

La chica amable, su nombre es Nana, me dice que todo va a estar bien, que no me preocupe, que pronto encontraré a mis familiares o mis memorias. Decido confiar. 

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¡Hola! He tenido esto por bastante tiempo guardado entre los archivos de mi computadora, y he decidido seguir dándole vida. Primera vez que lo publico y mi primera publicación aquí en Wattpad. Espero les guste.

En cuanto a la historia, espero desarrollar bien a los personajes, así que no desesperen si no ven JIHAN desde el inicio :'D

Hoy dejaré dos capítulos porque sé que este preludio es casi nada. ¡NICEEE! ≧°◡°≦


Ángel sin memoria [SEVENTEEN - JIHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora