POV JISOO
Jun me estaba esperando afuera del Seoul Arts Center, con un traje totalmente negro incluida la camisa, se veía exquisito, si me permito añadir. Su cabello rubio estaba despeinado pero de una forma muy cuidada. Totalmente sexy, parecía un dios del sexo. Creo que vio algo en mí, porque cuando me miró, sonrió ladinamente como si supiera a donde iban mis pensamientos, me sonrojé de inmediato.
Hoy me había arreglado lo más elegante que había podido, opté por unos pantalones de vestir negros bien pegados, una camisa blanca y un saco negro a juego, algo sencillo y porque si soy sincero, no tenía más, yo no era el tipo de personas que iba a este tipo de lugares, por lo que no tenía mucha ropa de vestir. El venir apropiado había sido un total reto y con la ayuda de Seungkwan creo que lo había logrado.
Jun me ofreció su brazo cuando llegué hasta él, me reí, todavía sonrojado y lo golpeé levemente.
-No soy una damisela.
-Lo siento, pero es que te ves hermoso
-Los hombres también pueden verse hermosos – comenzamos a caminar hacia adentro del lugar – mm.. Tú por ejemplo te miras muy... amm... guapo. – intenté no mirarlo, yo estaba totalmente sonrojado, de repente tenía mucho calor.
Hoy al parecer mi boca no tenía filtro. Pero cuando no obtuve respuesta de él, no pude evitar no voltear a verlo. Me estaba observando, sus ojos brillaban pero parecía que una parte de él se había ido, quise saber que pasaba por su mente en esos largos segundos que sólo me observaba, comencé a ponerme nervioso.
-Eres demasiado lindo – sacudió mi cabello como si fuéramos realmente cercanos, después se dio cuenta del acto y quitó su mano de mi cabeza como si quemara, para luego quedar nuevamente inmerso en sus pensamientos. Esto se había vuelto incomodo, así que aclaré mi garganta lo cual lo hizo volver en sí y reaccionar, supongo. Primero me miró sorprendido, la parte de él que se había ido, estaba de regreso y me sonrió con dulzura.
-Lo siento... necesito ir al baño - se aflojó un poco la corbata - ¿puedes adelantarte a nuestros lugares? Te alcanzo en un momento.
-Claro... ¿seguro que estás bien? Te ves algo pálido... ¿quieres que nos vayamos? – comencé a preocuparme, Jun de repente se había transformado frente a mis ojos.
-No, no, para nada, te alcanzo en un momento. - y sin más desapareció entre la multitud de personas que venía en la dirección contraria, intentando entrar al lugar.
Suspiré, había mucho de Jun que yo no conocía. Esta era nuestra segunda cita, apenas. Era un hecho que me gustaba Jun, sin embargo este hombre tenía demasiadas facetas, y yo no estaba completamente seguro de querer conocerlas todas.
Entré a la sala del concierto, era impresionante, todo el lugar era magnifico, del poco tiempo que llevaba viviendo en Seúl, jamás había venido aquí. Definitivamente mi bolsillo no se lo podría permitir por sí solo. Si de día la estructura era bella, de noche era deslumbrante, todo luz y lujo. La sala era en forma de círculo, nos habían tocado buenos asientos para ser un regalo, porque de seguro los boletos eran carísimos. Me senté en lo que se suponía eran nuestros asientos.
Luego de diez minutos ahí sentado, el hall ya estaba repleto, anunciaron la última llamada y entonces las luces se volvieron tenues. Jun todavía no volvía del baño, ¿realmente estaría bien?...
El telón comenzó a subir y apareció un enorme piano de cola, de un inmaculado blanco, con un banquito de cojín rojo sangre. Las luces se apagaron por completo esta vez, un segundo después y un reflector se encendió alumbrando solamente el piano, pero en esta ocasión, había alguien sentado en el banquillo, un hombre acalló los murmullos en la oscuridad y me dejó sin aliento. Era delgado, con una postura delicada y elegante, portaba un pantalón negro de vestir sencillo y una camisa blanca demasiado sencilla también. Todo lo que vestía era holgado, además de ello, estaba descalzo, como si se encontrara sólo y cómodo en la sala de su casa, luego de una larga siesta. Era blanco como el papel, y su cabello largo y gris; atado en una cola de caballo. Sin embargo, portaba una máscara dorada que llegaba hasta debajo de su nariz, dejando sólo visible sus delgados labios rosas.
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Ángel sin memoria [SEVENTEEN - JIHAN]
FanfictionRecuerdo estar susurrando las respuestas de un examen... Recuerdo un llanto y mi corazón roto... Recuerdo haber infringido muchas reglas... Qui-quiero... recordar, necesito recordar... Y entonces ya no recuerdo nada en lo absoluto. *** Jeonghan...