➳nuit et jour.

1.1K 125 25
                                    

¿Cómo una persona tan adorable y de gran ejemplo terminó en una presión?

La respuesta es sencilla, deja las evidencias lado del cuerpo descompuesto, Bridgette Dupain-Cheng. Ahora te encuentras tras las rejas por asesinar.

—Maldita sea...— se maldice por enésima vez.

La chica estaba en su ciclo menstrual y su vestimenta lo hacia notar fácilmente, su pesadilla era que sucediera esos dolores que se concentraba en el estomago y finalizaba en las rodillas. Pero estaba sucediendo, nadie le podía brindar de ayuda porque claro, estaba en una prisión.

Ella se dio cuenta el trato que le daban, era pésimo. Ningún guardia la ayudaba, en cambio la avergonzaban con insultos y sobrenombres, ella odiaba eso con toda su alma.

Su cerebro se llenaba de ideas para matar rápido tanto como lentos y dolorosos, sin embargo planeaba una y otra vez la muerte de los Agrestes.

Sus pensamientos fueron arrancados de nuevo por otro golpe que fue dado en el estomago, justo donde se encontraba el cólico.

— ¡Loca psicópata! Fíjate por donde caminas— un señor lleno de tatuajes le gritó con agresividad al alejarse.

—Jódete en el infierno maniático —murmulló a si misma.

Quería gritar en ese momento y matar a cada uno quien se encontrara en su vista. Estaba harta, se había llenado de cólera y soñaba la muerte de cada una de las personas que la dañaron.

La persona más adorable y amable de la ciudad de París se convirtió en una enferma mental, la habían dañado lo suficiente para tener varios trastornos psicológicos.

La noche se hizo presente en la celda de Bridgette y ella siempre los consideró el peor momento de su vida ya que sufría de algunos ataques de pánico, no olvidaba su primera noche en prisión: sudaba, temblaba y juraba a si misma que iba a morir por un ataque de su corazón. Se decía que hasta la última celda se lograba escuchar con claridad el llanto de la chica e incluso se parecía que la dañaban sus compañeros. El último mito era falso, pues ella no tenía ningún compañero en su celda por lo mismo, había asesinado a catorce prisioneras por su otro trastorno llamado "doble personalidad".

Era una pesadilla estar en ese lugar oscuro, le temía a la oscuridad, lloraba alto y suplicaba ayuda. Sin embargo, nadie la ayudaba porque les daba un cierto miedo a Bridgette.

—¡Calla esa maldita boca!— el guardia golpeaba bruscamente la puerta color plata.

Bridgette nunca pudo analizar las reglas que se daban y prefirió llorar un poco más fuerte.

—¡Si sigues lloriqueando te mandaré al cuarto frenopático!— dio un último golpe brusco a la puerta sabiendo el guardia que con eso la callaría.

O al menos él pensaba.

—¡No!— gritó con desesperación la azabache.—¡Ese horrible lugar no me lleven!

Bridgette sujetó fuerte sus rodillas y escondió su cabeza ahí evitando que la escucharan los guardias. Hubo varias veces que en su prisión anterior la llevaron al cuarto frenopático y le amarraron los brazos a un antuendo y la dejarán sola por días sin alimentación.

Repasaba una y otra vez la razón por la cual deseaba matar a todas las personas que le han hecho sentir mal o peor aún, humillado y avergonzado. En su mente imaginaba la escena dónde ella se manchaba de la sangre que no le pertenecía, sosteniendo varias armas blancas e incluso prohibidas. Quería torturarlas lentamente y les enseñaría que las personas no se humillan o avergüenzan.

Bridgette seguía llorando entre sus rodillas y sudaba, aunque su llanto se convirtió en uno silencioso para evitar que la lleven a ese cuarto. No digamos que no era la única razón que lloraba, sus cólicos aumentaron y se retorcía en el piso.

[...]

—¡Es hora de levantarse desgraciados!— gritaban varios guardias tocando la puerta de cada uno de los prisioneros.

Bridgette ya tenía una mancha seca de sangre en su alrededor y su cabello estaba alborotado después de haber arrancado varios mechones a la fuerza.

—¡Buenos días psicópata!— el guardia que le había advertido golpeaba demasiado fuerte la puerta a risas.

Por claro, el sonido la había levantado y sus pupilas resaltaban con el color rojo de sus ojos que estaban hinchados por la noche. Ella se había parado de su mancha, empezó a recibir un mareo al elevar su mirada a la puerta color plata.

El guardia abrió la puerta bruscamente lo que causó que Bridgette se espantará y su mareo aumentará.

—¿¡No escuchaste llorona?!— llegó directamente a la azabache y la levantó con violencia.—¡Es hora de levantarse a vivir detrás de esta mierda de nuevo cris!

Bridgette le escupió y dio un golpe en su entrepierna haciendo que este cayera en el charco seco de sangre.

Je sais que je vis dans cette merde, baise-moi arrêter— se acercó a su nivel y nuevamente le escupió en su rostro.

[...]

En sus manos tenía una bandeja oxidada donde recibía su "desayuno" en platos descuidados. Ella se había desplazado en la cocina hasta que el último cucharadazo cayera en el plato, ahora tenía que dirigirse a una mesa para dejar la bandeja a un lado.

Caminaba fijamente para encontrar una mesa, los otros prisioneros veían la notoria mancha y su burla daba comienzo.

—¡Linda mancha, cariño! ¿dónde te lo hiciste? ¿matando?— una chica gritó a metros a carcajadas.

Bridgette los ignoraba y les daba una mirada fulminante y amenazante a los demás. Había encontrado una mesa sola y tomó asiento.

Abrió su boca para dar su primera cucharada hasta que vió enfrente suyo un uniforme limpio y una chica rubia ceniza teñida de azul.

Est-ce que les crampes?


❀❀
¡Hola de nuevo!
Traducción:
* cris = gritos

*Je sais que je vis dans cette merde, baise-moi arrêter = sé que vivo en esta mierda, dejame de joder

* Est-ce que les crampes? = ¿cólicos?

En fin, nos enamoramos de este fic Zaira y yo.

LOS AMO
    
     Pau
              

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 01, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Freak.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora