Jace Oxford. El Jefe de Mamá

Capítulo 2: Dinero y casi-castigo.

Capítulo 2: Dinero y Casi-castigo.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Estaba yendo a la empresa Oxford. Si, así es, mi madre olvidó nuevamente unos papeles y me pidió que se los lleve. A veces pensó que lo hace apropósito.

Llego y voy al ascensor ya que mi madre trabaja en el último piso.

Pero como el universo me odia, algo tenía que pasar.

DESCOMPUESTO.

Eso decía el cartel del ascensor.

Perfecto, 10 pisos en escaleras- pensé.

-Que suerte tienes mocosa-dijo la voz que más odio en el mundo, burlón, a mis espaldas.

-Tenía suerte, hasta que me encontré contigo-le sonreí falsamente y me sonrió igual.

-Cada día más simpática-dijo sarcástico.

-Ajá.

Me dirijo a las escaleras pero el hijo de put... digo, el señor Oxford, me detiene.

-Oye niña, ven-me giré y lo vi.

-¿Yo?- pregunté.

-No, la que está detrás de ti.

Me giré para ver si había alguien. ¿Qué? No me culpen, hubiera creído que se lo decía a otra persona antes que a mí.

Bufó.

-Sí, tu niña.dijo y giré para verlo.

-¿Qué quieres?-pregunté.

-Seré bueno y te dejaré que vengas conmigo en mi ascenso, solo por nuestra hermosa amistad- dice lo último con falsedad.

Me dirigí hacia donde él ya que no quería subir las escaleras.

Caminó a un ascensor que estaba apartado, entró y me miró para que pase también.

Entré y vi el ascensor, tenía un decorado vintage.

-¿Te gusta?-asentí.

Las puertas se abrieron dejando ver las oficinas, entre ellas, la suya. Salimos.

-Emm...¿Gracias?-dije/pregunté.

-De nada niña, pero que quede claro que solo lo hice por lástima.

-Si,si, como sea.

Noto que todas las personas allí nos miraban.

-Nos vemos- lo siguiente que hizo me dejó helada.

Se acercó, me tomó de la cintura y me besó. El beso tardó unos segundos y yo al principio estaba en shock pero luego reaccioné, y por alguna extraña razón, le seguí el beso. Sonrió en medio del beso y se dio la vuelta, pero antes de entras a su oficina me guiñó el ojo mordiéndose el labio.

Se le estaba haciendo costumbre.

Miro a los lados y todos me miraban. Miré hacia donde se encontraba mamá que me miraba con los ojos abiertos y la boca formando una O.

Me acerqué a ella.

-Toma mamá los papeles-le dije tranquila y ella los agarra.

-Hija ¿Estás saliendo con mi jefe?- me preguntó.