La fiesta.

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Cuidado para el animal 2: "La parranda en casa de Illumi".


En la puerta del departamento de Illumi varias señoras golpeaban desesperadas y furiosas el trozo de madera, y el timbre lo tocaban en un intervalo de 15 micro-segundos.

El adormilado Illumi desde su recamara escuchaba esos golpes, pero eso no lo despertaba al 100%, lo que lo despertó afortunadamente o por desgracia fue el pequeño animal que se encontraba a su cuidado, el zorro, mostrado como un animal astuto, logró escabullirse entre las ropas y cobijas de Illumi, lamiendo el torso del pelinegro, pasando su lengua rasposa y húmeda por la suave piel del asesino, quien al sentir su espacio personal que consistía de 5 metros, siendo terriblemente invadido por un espécimen peludo y feo a su parecer, abrió los ojos sacando su peligrosa aura, y apuntando con una aguja a los ojos del canino.

---Me vuelves a lamer y te mato.--- amenazó, y se fue a abrir la puerta que ya lo tenía fastidiado.

---Oh, ¡POR FIN! ---se sintieron dijeron aliviadas las señoras con mandiles de cocina. 

---¿Se les ofrece algo?..

---¡SÍ! ¡POR SUPUESTO! Nos estábamos preguntando si tú tenías un perro pelirrojo.

---No, no tengo uno, ¿porqué?---técnicamente no mintió el tenía un zorro, no un perro.

---Bueno es que, ese desgraciado perro ha venido a todas nuestras casas a dejar a nuestros perros preñados, y tal parece no se cansa.

---Sí... Incluso a mi pobre María, la ha dejado embarazada...--- la señora señaló llorando a una adolescente de no más de 15 años.

Sin duda era una mañana demasiado rara y algo perturbante.

---¿Y cómo saben que el "perro" tiene dueño? ¿No será callejero?--- preguntó Illumi.

---No, porque vimos que el mendigo animal que embarazó a mi pobre María traía un collar con un corazón negro y varios signos de poker en el.--- La señora se regocijaba en su propio llanto.

---Pues, yo no tengo animales, pero he visto que el señor Mauricio de aquí al lado tiene 8 perros, no sé si uno de ellos sea el que buscan ustedes.

---¡Oh! ¡Gracias!

---Se los dije, Illumi-chan no tiene nada que ver en este asunto el es muy bueno.---Dijo la más anciana de las señoras y se fueron a molestar al señor Mauricio.

Illumi cerró la puerta y miró al zorro que estaba acostado en su periódico.

---¿Porqué? ¿Acaso estás en celo para preñar a todas los perros del vecindario? Eso es una cosa, pero, ¡¿embarazar a una adolescente?! Para empezar, ¡¿cómo es posible?!--- comenzó a reprenderlo como si se tratara de un humano, pero como la vida es increíblemente inexplicable...

---¿Has escuchado la frase "los animales se parecen a sus dueños"? Lo siento, sólo soy alguien caliente como tu amado Hisoka. Ya no lo haré porque ahora te tengo a ti.♥

Illumi estaba harto de que siempre le pasaran cosas así cuando por fin encontraba algo de lógica en su vida, el karma venía y le metía la riata. Tenía que lanzarse desde una ventana, pero claro eso no lo lastimaría ni un poco, sólo lograría ensuciarse la ropa que recién había lavado.

---Ok... 

---¿Te encuentras bien? Amo temporal.♠

---Sólo dame unos segundos para procesarlo, y no me llames de esa forma con Illumi esta bien.

---Bueno, aunque seas mi amo temporal lo cual es efímero, déjame decirte algo que va a ser eterno...~♥---lo ignoró por completo para seguir con su parloteo.

El zorro de Illumi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora