El diario de una Guardaespaldas

CAPITULO VII

CAPITULO VII

➰➰➰➰➰➰➰➰➰➰➰➰➰

Al amanecer de la mañana siguiente, creí que todo había sido un sueño, uno de esos de los que te quedas con las ganas de que se te realice. Mire a mi hombro izquierdo y me encontré con una pluma entre mis rizos des alborotados... Lo tome y lo sople para que cayera con el aire... Sonreí, estaba mas que feliz. Mire a mi hombro derecho y allí estaba el, acurrucado entre mis brazos, con sus piernas entre mis piernas, con su cabello sedoso des alborotado, su cuerpo perfecto estaba desnudo a mi lado. Pase mi pulgar por sus hermosos labios carnosos y ahhh... Que mas podía pedir... Había pasado la mejor noche con el hombre de mis sueños... Lamentablemente, mi jefe... Allí fue donde todas mis excreciones faciales de felicidad cambiaron. ¡Que maldicion! ¿Por que tuvo que suceder con aquel hombre? ¿Por que diablos tenia que ser mi jefe?

No tengo mucho tiempo trabajando para el, pero de algo que estoy muy segura es de que el no se enamoraría de mi... De tan solo pensarlo empiezo a escuchar un zumbido muy fuerte en mi oido, es un malestar increible, de veras desearía poder estar a su altura, ser una de esas modelos de las que aveces solo son por una noche pero en una de ellas te piden que te caces con el...

Pero se que hay veces que ni yo misma quiero aceptar lo que me esta sucediendo, lo que estoy sintiendo... Es que no... Cuando empezamos esta relación de amigos, pensé que solo seriamos amigos no mas, pero esto que paso anoche... Aunque para el eso es solo cosa de una noche, para mi es cosa de toda mi vida. Acababa de follar por primera vez y nada mas y nada menos con quien menos esperaba, con quien menos imaginaba y con quien menos me amaba.

Me pare muy lentamente de la cama para que no se desperstara, la verdad que durmiendo así parecía un angel, recogí mis cosas y me fui a mi habitacion... Bueno, donde estaba durmiendo. Acomode mis cosas en mi bolso y saque mi ropa de trabajo... Hoy estaba haciendo mas frío que nunca. Pero esperaba con esperanza que pudiéramos salir de allí hoy, no quería quedarme atrapada para siempre y mucho menos con el hombre que deceo. Encendí el calentador mientras, saque mi ropa del dia de hoy. Pantalones jeans ajustados, camisa de cuadros de color negro con rosa palido, mi chaqueta de cuero negra y mis botas negras.

Me metí a la ducha y empece a tratar de olvidar todo lo de anoche, pero por mas que quería olvidar lo que había pasado era imposible. Cada vez que me pasaba la esponja por mis brazos, por mi espalda, recordaba todas esas caricias que me había hecho como si en un mañana se acabaría el mundo, cuando pace mis manos por mis nalgas, solo me llegaba aquel recuerdo de esa pasión con la que me apretaba. Era imposible olvidar, por mas que lo intente ya sabia que era imposible. Dejando que el agua caiga en mi cabeza empece a pensar en lo que pasaría si renunciaba... Me plantee aquella idea en la cabeza, pues... Porque ya no encontraba otra salida, tenia que aceptar que era muy sentimental, yo soy fragil, me enamoro facil... Y solo quiero escapar de lo que no se puede y es prohibido. Lamentablemente no encontraba nada que pudiera hacer que me decida ir... Pensé en irme y ya, pero le estría haciendo un mal a el y a su compañía y aunque yo no tenga nada que en su vida, es mi trabajo y no creo que sea lo mejor.

-¡Mierda!- susurre mientras le pegaba a la pared con mis puños.

De un momento a otro empiezo a sentir algo que esta bajando por mis entrepiernas, era sangre, en el momento se me hizo extraño, pues no era tiempo de que me llegara mi periodo o como yo le llamo "Día R" (día rojo), pero luego puse mi cabeza en su lugar recordándole las consecuencias de lo que es FOLLAR por primera vez.

Era aun muy temprano, así que decidí terminar los papeles que me faltaba por revisar y firmar. Después de un buen rato en aquello y de haber hecho mi rico te... Deseé pasear por el lago, bueno lo que era un lago hace unos meses atras, Danielle aun dormia, todo estaba recogido en la casa, ya estaba aburrida de estar allí sentada.