3-Trabajo de niñera y trabajo comunitario.

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Emily's POV.

-Emm sí má, no te preocupes...-La tranquilicé.

-Bueno hija, andá a dormir que ya es tarde.-Me mandó con un dulce beso en la cabeza.

-Chau Sophi, chau má.-Las despedí.

Subí a mi habitación y encontré a mi celular vibrando, es una llamada. Veo de quién se trata y es un número desconocido.

-¿Hola?-Pregunté.

-¡Hola Emi! Soy Juanma, de la escuela.-Exclamó entusiasmado.

-¿Cómo...? ¿Cómo tenés mi número?-Interrogué.

-Aidhara me lo pasó.- Confesó.

-Emm bueno... ¿Por qué me llamabas?- Pregunté.

-Te quería decir que mañana no hay clases por lo de la inundación y eso, y podrías venir a mi casa a la mañana. Para darme clase de inglés, claro.-Recalcó.

-Bueno, Dale. ¿Nos vemos?

-Si, chau Emi.-Se despidió.

-¡Hey, hey! ¿Cual es tu dirección?-Me acordé.

-Te lo mando por WattsApp, linda.-Respondió.

Esperen... ¡¿Qué?!... ¿me dijo linda? No, seguramente es un fallo de mi cerebro... si, eso.

-Emm... ¡Chau!-Corté la llamada.

.

.

Aidhara's POV.

Estaba terminando de ver la película que hacía unas horas había dejado inconclusa, cuando mi celular suena. Me doy cuenta de que es un WhatsApp, y que su emisora es mi mejor amiga.

De: Kiana la mejor de todas, vos no.

¡A que no adivinás! Mañana no hay clases, querida amiga.

Yo a Kiana:

¿Cómo qué no hay clases? ¿Por qué? ¡El segundo día y no hay clases! Merece festejo.

De: Kiana la mejor de todas, vos no.

¿Te acordás de lo del baño? Parece que se inundó todo. Supongo que ya van a avisar.

Yo a Kiana:

¿Y vos cómo lo sabes? ¿Querés venir a casa?

De: Kiana la mejor de todas, vos no.

Habilidades de una stalker, querida amiga. Ok, dale. Ahí voy. ¡Llevo comida!

Reí y bloqueé el celular, para comenzar a dirigirme a la cocina y así avisar que Kiana vendría.

Mi mamá hablaba por teléfono, por lo tanto, me dirigí a la heladera a buscar una fruta.

-Hija, mañana no tenés clases.- Avisó mi mamá.

-Ah, sí, me acaba de decir Kiana. Hablando de eso... ¿puede venir?- Pregunté.

-Bueno.- Dijo luego de pensarlo.- No se terminen toda la comida, chicas. Hay más personas en esta casa.- Dijo.

-¡Mamá! Ni que comiéramos tanto.

-Eh... pero cuando ven películas tristes comen y lloran cómo nunca, no lo niegues.

-Está bien, está bien.-Me rendí.- Pero yo tengo mis reservas.- murmuré.

-Hablando de reservas... ¡Necesito chocolates!- Exclamó Aiden, entrando a la cocina.

Unidas Por Una Separación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora