Estaría de más mencionar lo sorprendida -y sonrojada- que estaba Sakura, sentía una emoción muy grande en su pecho y mariposas revolotear en su estómago, además del innegable calor que atiborraba su pálido rostro de un carmesí ligero ante el nerviosismo.
Su maestro, su enamoramiento adolescente, su Kakashi, el hombre que más admira, desea y ama; había dicho su nombre y tomado su mano entre sueños.
Hasta empezó a amar más su nombre.
El sentimiento de felicidad y emoción que Sakura sentía era inexplicable, no sabía cómo reaccionar, pues se encontraba en esa habitación sin permiso ni aviso, y sea la situación que sea no era correcto al final del día, siendo consciente de su altanería su persona se colmó de vergüenza.
Aunque pensándolo bien... No tengo porqué estar nerviosa. Kakashi sensei está dormido, indefenso y a mi completo merced. Esta es una oportunidad de oro para hacer realidad uno de mis fuertes deseos.
Así que no se lo pensó más, tomó un poco de aire para juntar valor y se fue acercando lentamente al rostro del hombre dormido, cada centímetro más cerca podía escuchar lo fuerte que se aceleraba su propio corazón, en cuanto pudo sentir la respiración del atractivo hombre en su rostro se puso muy nerviosa, pero cuando estuvo lo suficiente cerca del rostro ajeno como para distinguir cada pestaña en sus ojos y cada poro de su piel, sintió su corazón detenerse de la felicidad.
Definitivamente no era correcto, pero lo deseaba tanto que no importaría nada.
Sakura cerró sus lindos ojos esmeralda, y con una suavidad tierna y segura se atrevió a rozar la punta de su nívea nariz con la de su maestro, sólo un roce que le permitiera conocer el perímetro y sentir el olor de la piel contraria -aun si esta era cubierta por una máscara-, y con un movimiento lento que enmascaraba su propia ansiedad, ladeó un poco su cabeza y empujó sus rosados labios contra los de Kakashi. Un contacto suave y áspero, que duró muy poco para todo lo que hizo sentir a la jóven, pues la emoción, felicidad y amor que ya sentía sólo empezó a multiplicarse. El tiempo se detuvo para ella y el sonido sordo de la habitación cambió por violines y la voz de su mayor diciendo su nombre era el sonido principal en esa orquesta de su mente.
Una orquesta que se detuvo abruptamente al escuchar un grueso quejido -"mhh"-. Y tanto el beso como el roce de manos que se había apretado con el tiempo tuvieron que desaparecer, Sakura dió un salto de la cama al suelo tan lejos como pudo y puso sus manos en su espalda como una niña buena.
Mierda, mierda, mierda. Si se da cuenta, estoy muerta.
Tuvo suerte, Kakashi se enderezó en la cama y se frotó los ojos como si nada hubiese pasado.
Porque no pasó nada, no pasó nada, no pasó nada, no pasó nada, no pasó nada, no pasó nada, no pasó-... ¡Besé a mi maestro! ¡Soy una loca! ¿Qué diría mi madre si se-
-¿Sakura? ¿Qué haces aquí?- una voz ronca salió del mayor, como era obvio, pues recién despertaba, pero Sakura no pudo evitar pensar en lo sexy que esta era.
Maldita sea... Su voz es tan linda, suena tan caliente, y esa camiseta tan ajustada sólo me da más ganas de quitársela.
-¡Sakura! ¿Todo bien?-
-Ahm... Bueno, Sensei... Es que- yo- y la misión- usted tarde- y- y- ahhm.- nerviosa era poco, no paraba de ver de un lado a otro, del piso a la pared, de la pared a las sábanas, de la sábanas al pecho del mayor, del pecho del mayor al piso.
-¡No! Espere... - ahí estaba la Sakura de siempre, segura de sí misma, gobernada por su mente y no por sus hormonas. -¡Usted ahora sí se pasó de la raya, Sensei! Mire que llegar tarde una hora por quedarse dormido, ¡no se vale! Y yo sin peinarme, Sai sin desayunar y Naruto no se pudo cambiar la ropa interior... de nuevo.- sus manos pasaron de su espalda a su cintura y su rostro nervioso había sido reemplazado por su expresión desesperada, con sus cejas fruncidas y con un ligero puchero del que Kakashi jactaba de percatarse.
Linda. Pensó el mayor, conteniendo una risa y conservando la calma para calmar a su torbellino de sakuras -flores-.
-Cálmate, Sakura... ¿No les dijo ayer Choji que saldríamos mañana? Hubo un cambio y yo estaba algo ocupado, me dijo que cenarían todos juntos así que le pedí ese favor.-
-¡Aish! Debió habernos dicho en persona, Choji se la pasó comiendo y no nos avisó nada. ¡Ya! Choji me las va a pagar.- todo lo que Sakura decía era expresado con su rostro y con sus manos -y Kakashi amaba eso-, su energía siempre era de admirar.
-Bueno, puedes tranquilizarte, ¿qué te parece si cenamos juntos? Tú sabes... Para recompensarte.- dijo el mayor mientras se levantaba de la cama.
-¿Con Naruto y Sai?- sus ojos de jade brillante seguían a su maestro, su respiración se detuvo cuando lo vió a menos de un metro suyo, levantó un poco su cabeza para poder conectar su mirada con la oscura del mayor.
-Sólo nosotros dos.
Y entonces su pulso se detuvo al igual que el tiempo al rededor.
💮
Kakashi sintió un alivio cuando la menor se fué entre disculpas por haber irrumpido en su casa, agregando que avisaría a sus compañeros y lo vería por la noche, aunque el alivio no era porque Sakura aceptara cenar con él, si no porque ya no podía esconder la erección que tenía debajo de la ropa interior ajustada que solía usar.
Ah... Ya soy algo viejo para esos sueños, ¿No?
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Mi dulce sueño 🌸KakaSaku🌸
FanficKakashi Hatake llegando tarde era un cuento de nunca acabar, pero a Sakura no se la haría esta vez. Historia corta. Actualización semanal. [CONTENIDO SEXUAL. FAVOR DE LEER LA ADVERTENCIA.] -Fanfic escrito en 2016, resubiendo.