Capítulo 4.

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Cuando suelo estar triste, me subo a mi azotea donde nunca hay nadie, me pongo los cascos y me pongo a pensar.

Tengo varios mensajes y llamadas perdidas de Jonnhy, me invita al cine que cada verano suelen poner en el parque, pero mi abuelo esta grave en el hospital, ahí la despertada de esta mañana de mi madre, me asegura que se va a poner bien, pero esta vez había un poco más de tristeza en sus ojos, no suelo ser negativa, pero tampoco soy tonta y algo va muy mal.

Bajo las escaleras deslizándome poco a poco por la baranda, hoy prácticamente no me he quitado el pijama para nada, tengo churretazos negros, que ya casi no se notan de tanto llorar, mi pelo esta cogido con un moño mal echo que no durará mucho en deformarse, pero me da igual, nadie me verá.

Llego a la cocina y cojo la tarrina de chocolate y una cuchara y subo a mi cuarto otra vez. Me meto en la cama, me pongo los cascos y cierro los ojos, escuchando las primeras palabras de la canción:

Ya me enteré
Que hay alguien nuevo acariciando tu piel
Algún idiota al que quieres convencer
Que tú y yo, somos pasado Ya me enteré
Que soy el malo y todo el mundo te cree
Que estás mejor desde que ya no me ves
Más feliz con otro al lado¿A quién piensas que vas a engañar?
Sabes bien que eres mi otra mitad


Las primeras lágrimas salen disparadas por mis mejillas hasta llegar a mi labio superior, Martha suele decirme que llorar es bueno y que un día no está mal soltar todo lo acumulado y este día es mi elegido. Con esta canción me sobra y me basta, así que dejo los auriculares y el móvil en la mesita y me acuesto en mi cama.

Minutos después el móvil suena y lo cojo pensando que era Jonnhy, pero esta vez me equivoqué.

- ¿Samara? -dice Brad con duda, ya que todavía no he dicho nada, las lágrimas vuelven a caer.

-Que -digo secándome las lágrimas que bajan por mis mejillas.

-¿Porqué estas llorando? ¿Te han echo daño? -dice, por su tono parece asustado pero bah seguro que es otro de sus teatros para luego reírse de mi.

-Si, me han abducido los extraterrestres así que estoy ocupada ¿algo más? -digo alterada, esta voz me produce tantas cosas que ya no se cuales son las buenas o si alguna es mala y eso me pone enferma. Y me acuerdo.....la apuesta.

-No jodas, de verdad?, venga va dime que te pasa -dice resoplando, y eso me ha puesto los pelos de punta

-Mi abuelo esta grave en el hospital y no creo que... -la voz se me entrecorta y las lágrima caen mas rápido.

-Ya lo sé, tu madre ha llamado a la mía, llamaba para decirte que en media hora estoy en tu casa, no te preocupes, se va a poner bien, te llevaré al hospital, verás que todo va bien y te llevaré a tu casa para que puedas dormir tranquila -dice.

-¿Y entonces si sabes que me pasa, porque me preguntas? ¿Porqué haces esto Brad? -digo intentando calmarme.

-Nos vemos en nada, prepárate, si te sirve, ya he acabado el instituto y ya no me voy más, se que estas deseando pasar un verano conmigo -dice y sonrío.

-Que gracioso, no ayudas -digo casi riéndome.

-Pero te has reído -dice y cuelga.

Me levanto de la cama, todavía sin creérmelo y me doy una ducha rápida dejando que el agua caliente relaje mis músculos, me peino el pelo y lo dejo que se seque solo, me pongo unas mayas grises y y una camiseta de tirantes básica y unas zapatillas viejas. Bajo las escaleras un poco nerviosa y voy a la cocina para matar el tiempo comiendo algo, pero el timbre suena. Enciendo la luz del salón y miro por la ventana para ver que no me equivoco con la persona que creo que es y efectivamente no me equivoco. Abro la puerta dejando ver al chico que de pequeña invadía mis sueños y que ahora hasta hace poco también lo hace.

-Hola -dice acercándose a mí, dándome un abrazo que no me esperaba y que tardo unos segundos en devolver - Mi madre acaba de ir al hospital a ver a tu madre, por si necesita algo ¿vamos? - solamente asiento.

En el camino al hospital ninguno dice nada, cuando llegamos a las puertas del hospital, un mal presentimiento me invade, le aprieto la mano que no me había dado cuenta hasta ahora que la tenía cogida y vamos a la planta 448 que mi madre esta mañana me había dicho por si quería venir. Subimos hasta la planta correspondiente y cuando llegamos al principio del pasillo,veo al final a un joven y una mujer agarrando a otra mujer que por lo que parece pronto se va a caer y un médico que parece que no está dando buenas noticias. Le suelto la mano a Brad y voy caminando despacio para ver mejor a las personas que parecen sufrir en estos momentos, me acerco más hasta que ya puedo ver a las personas y las palabras del doctor entran en mis oídos nada más soltarlas.

-Lo siento, no hemos podido hacer nada más, ha fallecido -dice el doctor entrando otra vez en la habitación.

-Mama -digo y no hace falta nada más para que las lágrimas vuelvan a caer y millones de recuerdos vengan a mi cabeza.


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⏰ Última actualización: Sep 06, 2016 ⏰

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¿Amor? No CreoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora