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Capítulo I

Kim Jhonson. Algunas personas dicen que puedes ser lo que quieras ser, que los sueños se hacen realidad, pero nunca hablan de cuando tu vida ya fue planeada por alguien más. Antes solía ser una chica solitaria. Era la chica dedicada de la clase. Mis lentes, y cabello corto, eran cosas que me hacían destacar. Muy pocos eran mis amigos, y la universidad era como un campo de batalla. Nunca se me hizo fácil crear amistad, y digamos que mi amigo más cercano era un loro. No soportaba la vida que llevaba, pero les aseguro que la anhelo ahora, con todas mis fuerzas. Digamos que despertar y encontrarte con otra realidad, no es muy bonito. Supongo que ya han visto películas de aventura, ciencia ficción, de semi-dioses, todo ese tipo de cosas. ¿A qué llego con ésto? Mi vida se ha convertido en eso; una película con fracciones de cada cosa mencionada. Parece mentira, y quisiera que lo fuera. Permitanme explicarles, les contaré un poco de mí, de lo que soy, y era.

Como mencioné, mi nombre es Kim Jhonson, pero suelen decirme K. Sí, sólo K. Tengo la edad de veinte años. Estudiaba en una universidad de Miami. Cursaba mi segundo año, antes de que todo sucediera. Soñaba con ser una grandiosa escritora. Llegar a jóvenes a través de mis letras. Hacer algún tipo de conexión. Al final sólo fueron eso, solo sueños que nunca podré cumplir. Mi familia, pues, ni idea de su localización, o si al menos se encuentran con vida. Mi familia, consiste o consistía, por mi madre, padre, y yo. Era hija única, y digamos que no es tan bueno. Algunos aseguran que es todo lo contrario. Se dejan llevar por la cantidad de regalos, placeres, y tal vez privacidad, pero yo no pienso lo mismo. Es decir, hubiera querido disfrutar de la compañía de alguien más. No como novio, mejor amigo, sino como hermanos de sangre. Teniendo claro que por más grande que sean los golpes, el apoyo y amor es incondicional. Creo que me inspiré un poco, mejor les sigo contando. Yo, me encuentro en una ciudad desierta, en la que me debo enfrentar a varias criaturas, y buscar la manera de salir. Digamos que tipo Apocalipsis Zombie, pero sin ellos, creo. De todos modos, buscar alimento no es tarea fácil. Me he convertido en toda una mujer de supervivencia. Siempre me imaginaba en éste tipo de lugares, sola, dependiendo completamente de mis fuerzas, y conocimiento. De hecho, creo que tuve sueños dónde debía sobrevivir, crear una estretegia para poder escapar, o buscar la comida diaria. Los sueños sólo han sido la minoría en comparación a todo el estrés, agonía, soledad, y frustración que se siente. Tal vez nunca les pase, y ojalá no.

Flashback
Me encontraba en una fiesta de cumpleaños. La vecina celebraba sus 99 años de edad. Mamá la adoraba. Recuerdo cuando me rogó para que fuera con ella. De todos modos, era en el patio trasero, y habría una parrillada. Me animé, decidí acompañarla. Luego de vestirnos, arreglarnos; llegamos a la fiesta. La fiesta iba entretenida. Es decir, hasta comencé a charlar con un chico que resultaba simpático. Recuerdo que me dirigía a el área de comida. Me serviría un poco del coctél de frutas, y reguesaría a mi lugar junto al "chico simpático". No pude hacerlo. De un momento a otro se empezaron a escuchar disparos, y personas hablando muy fuerte, e insistentes. Todo era muy extraño. Estaban en la casa de al lado, y nadie supo que hacer. Es decir, aunque corramos nos hubieran alcanzado. De todos modos, intenté correr por más estúpida que hubiera sido la idea. Lo intenté con todas mi fuerzas, pero mis piernas no respondían a mis órdenes. Simplemente se entumieron, y quedé justo en medio del lugar. Mamá me miraba con miedo, mientras yo no podía hacer algo al respecto.

- ¡K, cuidado! -comenzó a correr- ¡No! -dijo cayendo al suelo. No era muy jóven, por tanto, era de esperarse. No la culpo, pero si hubiera llegado a mi tal vez no hubiera pasado.

Segundos después de haber visto aquella extraña escena. Perpleja, sin entender alguna cosa. Escuché algo.

- ¡Ella es! -una voz fuerte, gruesa, y masculina.

Elegida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora