Capítulo 40

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Ella se quedo en su cuarto, ¿De verdad había sucedido nuevamente?, ¡Se han besado de nuevo! Sonrió por lo bajo, tenía que admitirlo, el chico besaba como los dioses, pero para hablar era un caso perdido. ¿Y si el ya se arrepintió del beso?, tenía miles de preguntas en su cabeza sin respuesta.
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Solo, lleno en pensamientos se encontraba sentado en su cama, pensado en lo sucedido hace unos momentos, ¿Porque sintió la necesidad de besarla?, ¿Porque tenía la necesidad de besarla precisamente a ella?, que no podía ser otra persona. Confundido. Era la palabra perfecta para definir su sentimientos en estos momentos.

Seguramente en la noche Alex será el encargado de probar esos labios. Se maldijo. No sabía por que pensaba eso, _________ no era nada de él y jamás serían absolutamente nada, no tenia porque ponerse ¿celoso? No celoso no sino........¡Santo cielos! Él verdaderamente tenía celos, porque le costaba tanto admitirlo.
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Después de haber terminado con sus tareas, __________ ya se encontraba en su cuarto arreglándose, para su cita con Alex se puso aquel vestido azul que su madre le había regalado para su cumpleaños junto con aquellos zapatos, creyó que estaba demasiado arreglada, de hecho pensó en cambiarse nuevamente pero vio la hora 8:54, no alcanzaría a hacerlo.
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- __________ te ves hermosa -le dijo Alex, cuando la vio entrar en la cocina- realmente perfecta para la cena -ella se sonrojó.
-Gracias Alex -agradeció poniéndose su chaqueta, ya que la noche estaba sumamente helada.

Cuando salieron de la casa, para ir al coche de Alex, ________ lo vio, Riker estaba a la orilla de la piscina, mojándose los pies, ¿En que demonios estaba pensado?, hacía un frió horrible y él estaba mojándose los pies, debe estar congelado. Sintió ganas de ir donde él, abrazarlo, se veía mal, su mirada estaba perdida en el agua.

-Adelante -interrumpió Alex, le había abierto la puerta para que entrase al auto, ella olvidándose de Riker, entró al coche.
-A donde iremos? -preguntó ella curiosa.
-Iremos a un restaurante lujoso, tu no te mereces ir a unos de poca calidad -afirmó.
-No es necesario ir a uno tan caro, podemos comer en cualquier parte -musito.
-Ese hermoso vestido que llevas puesto tiene que lucir -la miró de reojo y volvió su vista al frente.

Ella se le quedo mirando, tenía un bonito perfil, sus ojos eran realmente hermosos azules, él era muy guapo, que muy...¡Demasiado guapo!

-Hemos llegado -informó él, saliendo del auto, habían llegado aun restaurante, se veía muy lujoso, bastante. Le abrió la puerta amablemente para que ella saliera del auto. Cuando ya Alex se percató que nada quedo abierto en el auto, se dirigieron a entrar al lugar.

- Qué se les puedo ofrecer? -preguntó el mesero que había llegado a la mesa, donde ellos se encontraban sentados.
-Lazaña -dijeron los dos al mismo tiempo.
-Y una botella de vino por favor -pidió Alex.
-En unos instantes le traemos lo pedido, con permiso -dijo el mesero y se retiró.
- Y cuéntame _______ cuanto tiempo llevas trabajando en la casa de los Lynch- preguntó.
-La verdad no he contado, pero creo que unos dos o tres meses -respondió.
-Valla ya es bastante tiempo.... -asintió ella- y te llevas bien con todos?
-Podemos decir que sí, a veces hay algunos roces pero nada grave, la señora Stormie es agradable y el Señor Mark, pues, nunca he hablado con él -admitió.
-Eres muy hermosa _________ -dijo él de tope, ella no pudo evitar sonrojarse y bajar la mirada.
-Muchas gracias Alex.


El mesero llego con los platos y con la botella de vino. Comieron, hablaron y rieron durante tres horas, Alex era una persona muy agradable, era muy sencillo y tenía un gran sentido del humor.

- Creo que ya es muy tarde -avisó Alex.
-Tienes razón, mañana debo trabajar y debo levantarme temprano.
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- Muchas gracias por la cena estuvo muy rica -agradeció ella.
-No es nada...bueno me tengo ir, nos vemos mañana linda -besó lentamente su mejilla, la miró y luego se fue.

La había dejado en la entrada de la casa de lo Lynch por lo cual tuvo que caminar por todo el jardín. Al llegar a la puerta, su mirada se dirigió hasta la piscina, ¡Dios mio!, fue lo único que pudo decir, después de ver a Riker aún sentado al borde de la piscina, pero ahora todo empapado, sin camisa, tiritaba del frió. Pero él solo tenía su mirada en el agua. ¿Que le pasaba?¿Porque seguía allí? No lo dudo y camino hacía donde estaba él.

-Riker que haces aquí? - le preguntó ella cuando llego a su lado.


No respondió, esto ya le estaba preocupando. Miró a su alrededor y pilló una toalla, la fue a buscar, pero antes saco sus zapatos, le estaban estorbando. Lo secó con la toalla y la pasó por sus hombros para darle si quiera un poco de calor, tenía los labios morados- por Dios Riker responde -pidió.
Lo tomó del rostro e hizo que la mirara, tenía los ojos rojos, como si hubiera llorado por horas. Eso le partió el corazón. Él estaba sufriendo, sufría cada día, y eso la atormentaba. Lo único que pudo hacer fue abrazarlo, aunque eso implicará que le mojara el vestido, no le importaba en los más absoluto. Aunque él no correspondiera el abrazo no le importó.
-Ven vamos a tu cuarto, debes cambiarte y acostarse, te enfermaras si sigues aquí.
Como pudo lo llevo a su cuarto, no sabía que le pasaba, él estaba como en shock. Cuando él ya estuvo acostado, no sabía su irse y dejarlo solo. Se levantó de la cama y caminó hacía la puerta.

-Quédate -le pidió él.

Ella sorprendida al escuchar eso, se quedo unos segundos parada, pero luego camino hacia él, se veía mal, estaba mal, se veía débil, derrotado. Se sentó a la orilla de la cama, mientras él se sentaba, posando su espalda en el respaldo de la cama

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-Me contaras que te sucede? -preguntó ella, tiernamente.
-Soy un completo fracaso -admitió él.
-Porque dices eso?
-Porque lo soy, no sirvo para nada.
-No digas eso Riker -se acercó más él y tomó una de sus manos heladas- no tienes que tratarte mal, se que no nos llevamos bien, pero me duele verte así, debo admitirlo.
-He sido un completo inútil e imbécil -seguía insultándose.
-Que es lo que te duele Riker? -preguntó ella- por qué sufres así? -lo miró a los ojos.
-Ella no debía morir -entonces ella entendió el porque estaba, su novia. Ese era el motivo de su estado. - Yo la mate, y aunque ella me diga que yo no lo hice, se que yo fui el responsable -se culpó.
-Si ella te dijo que tu no tenías la culpa de su muerte, es porque verdaderamente tu no tienes la culpa Riker, solo fue un accidente.
-Tu no estabas ahí, tu no viste como fue -hablo con rabia.
-No no estaba allí, pero... -no sabía que decir- estoy completamente segura que tu no tuviste nada que ver...Riker...el destino es así.
-Por qué? -dijo mirándola directamente a esos ojos _____(tucolordeojos).
-Porque tu no serías capaz de matar a ninguna persona, ni menos a alguien que amabas y amas con todo tu corazón.

Solo soy una empleadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora