Capítulo 25

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-Responde, que haces aquí y mirando cosas que no son de tu incumbencia? -dijo Riker quitando de las manos el collar a _________.
-Solo limpiaba y se callo esta caja -dirigió su mirada a la caja- ¿te molesta ? -preguntó.
-Son cosas privadas mías -dijo frío.
-Lo siento -se disculpó y recogió la caja con las fotos que habían caído al suelo y se la pasó a él - toma -este recibió la caja- era muy bonita tu novia -detalló.
-Lo sé -respondió.
-Debió haber sido difícil para ti -detalló tiernamente ella.
-Lo fue -respondió frío, ella guardó silencio y suspiró- y tu, no has tenido novio? -preguntó, _______ levanto su mirada y lo miró.
-No he encontrado al correcto -respondió , se mordió el labio- pero no estoy apurada para encontrarlo -acotó.
-Que bueno -dirigió su mirada a todo el lugar- necesitas ayuda? -preguntó.
-Si tuviera a alguien que me ayudase, sería muy feliz -sonrió levemente- pero no hay nadie -dijo tomando la escoba.
-Si quieres te puedo ayudar -acotó.

*Enserio había dicho eso?, que le estaba pasando, es bipolar o que?, minutos antes casi estaba golpeándome porque según el estaba mirando cosas que no debía mirar ni tocar y ahora me salía con que me quería ayudar a hacer la limpieza de la azotea, realmente estaba sorprendida por su actitud*

-Hablas en serio? -preguntó ella.
-Crees que bromeo -dijo el levantando una de sus cejas.
-Simplemente me sorprende, pero si no es mucho trabajo para ti -pescó un paño y lo dejó en la mano de él- bienvenido al trabajo -aplicó y pescó la escoba para volver a barrer aquel lugar.

Estuvieron limpiando cada rincón del lugar, algunas veces intercambiaban miradas, o simplemente roces, ella jamás lo había visto trabajar de aquella forma, realmente ella se estaba dando cuenta de que Riker no era una mala persona, el quería ser amable pero no hallaba la forma de como serlo. Simplemente admiraba como el estaba tan concentrado cambiando de posición un mueble mientras ella limpiaba el piano, ahora admiraba aquel piano, desde pequeña estuvo en clases de aquel instrumento, pero lo dejó cuando tenía 16, los estudios y otros deberes la obligaron a dejarlo, dejar lo que más le gustaba hacer, lo miró por todas sus estructuras y estaba impecable, no sabía porque lo tenían en ese lugar.
No aguantó más y tocó una de sus teclas produciendo un sonido agudo y así haciendo sobre-saltar a Riker del susto.

- Lo siento -se disculpó ella agachando su mirada hacía el piano.
-Te gusta? -preguntó.
-Es mi instrumento favorito -respondió ella.
-Y lo sabes tocar? -preguntó nuevamente.
-Sí -dijo ella.
-Quieres.....tocarlo -preguntó él.
-Puedo? -lo miró como pidiéndole permiso para hacerlo.
-Hazlo -acotó.

Ella obedeció y se sentó en la ahora limpia banca, acomodó su cabello hacía atrás, Riker solo la miraba, relajó sus dedos moviendolos un poco, para luego apretar aquellas delicadas teclas y tocar una melodía. Riker no entendía el porque, pero sintió admiración hacía ella ante tal sonido que fue perfectamente hermoso, fue encantador para sus oídos.

-Tocas..hermoso -añadió él mirándola.
-En serio? -preguntó.
-Yo no miento -respondió él, se sentó en la banca junto con ella- aún no entiendo el porque pero..... -hizo una pausa- pero ya no me caes mal -articuló un poco nervioso.
-Te caía mal? -preguntó ella.
-Literalmente no eras de mi agrado -ella sonrió, estaba adquiriendo confianza con él, le gustaba el hecho de que pudieran hablar como dos personas civilizadas y no como perros y gato pescándose por la orejas.
-Tu nunca me caíste mal, solo me irritaba tu forma de ser y tus negativas actitudes ante mi -criticó ella.

Él la miró a los ojos, acto seguido por ella, realmente admiraban belleza mutuamente, él junto con ella se perdieron en sus miradas, ni pestañear podían, él veía inocencia, esfuerzo, humildad y pureza en su mirada, y ella veía todo lo que él había pasado en su vida, su mirada no demostraba felicidad alguna, sino una careta de hombre infeliz.
Un impulso hizo que Riker se acercara más a ella, que sus rostros solo estuvieran a una mínima distancia, la mirada de ______ se dirigió a los labios de él, aquellos labios con una hermosa forma de corazón, se veían completamente apetecibles, y con un improviso movimiento de él, capturó los labios de ella suavemente, delicadamente sus labios se movían, en un compás lento pero pasional.

Ninguno de los dos jamás habían imaginado estar de aquella forma, por una parte Riker la detestaba y por otra _____ no soportaba su actitud, pero a veces la vida da un cambio inesperado, y en ellos el cambio si que era inesperado.
Sus labios simplemente estaban hechos del uno para el otro, sus ojos cerrados, daban una escena hermosamente romántica, hasta que por falta de aire se separaron de aquel inmemorable y perfecto beso.

Solo soy una empleadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora