I hate u, I love u

I love U

Se metió en la ducha tranquilamente, aún tenía mucho tiempo antes de que llegase la hora de irse. El agua fría, incluso en invierno, caía sobre su pelo y mojaba poco a poco su cuerpo. Soltó un suspiro. Necesitaba aquella ducha relajante.

Una vez salió, con la toalla removió su pelo secándolo un poco y después ató la toalla en su cintura, justo a tiempo para que su hermana entrase sin permiso al baño. Le echó una mirada de arriba a bajo y dejó escapar una risa.

- Los tíos deben disfrutar mucho con las vistas - dijo haciendo incomodar al otro, su hermana lo había pillado varias veces con Afuro semidesnudos ambos -. De todas maneras, quería que me dijeras cual va mejor.

Y empezó con su explicación del por qué el vestido rosa fucsia sería la mejor opción ya que era juvenil, llamativo y bastante corto aunque claro, el vestido blanco era más de su estilo, aunque estuviera roto por algunas zonas. Finalmente pasó al vestido turquesa que, era bien corto pero claro, daba un aspecto de niña buena. Fuusuke simplemente asintió mientras se lavaba los dientes, para ser sinceros, ni siquiera la estaba escuchando.

Escupió la pasta de dientes y se enjuagó la boca para quitar los restos que pudieran quedar.

- Entonces, al final ¿qué? - le preguntó con desinterés.

- El celeste, tenías mucha razón, es la mejor opción - le dio un rápido beso en la mejilla y salió de allí para dejar que su hermano se cambiase -. Eres el mejor.

Fuusuke suspiró, si al menos supiese cómo la había ayudado se sentiría orgulloso de sí mismo pero, lo único que había hecho había sido lavarse los dientes y preguntar cual se quedaría por mera curiosidad.

Él por su parte, llevaba una camiseta casi blanca y unos vaqueros claros, en los pies llevaba sus usuales deportivas perfectamente limpias.

- ¿Estás lista?

Ella asintió y ambos salieron de la casa rumbo a una plaza céntrica donde sus amigos habían quedado. Tomaron el autobús que se dirigía para allá y se sentaron aislándose del mundo. Tanto que ninguno de los dos se dio cuenta de que, a ese autobús también habían subido Nagumo y sus amigos.

Tras unos veinte minutos y cinco paradas, llegaron finalmente a la plaza donde, efectivamente, sus amigos les esperaban. Goenji vestía totalmente de negro, como casi siempre. Endou iba un poco más a su bola, lleno de ropa que no conjuntaban un tanto sucia. Hiroto y su hermana llevaban ambos una camisa blanca con, el chico unos vaqueros grises y la chica una minifalda gris. Midorikawa, que era el último, iba vestido muy formal. Sus padres creían que iba a ir a escuchar una orquesta en lugar de a una fiesta.

La hermana de Hiroto, se alejó del lado de ese nada más ver a la albina, para estrecharla entre sus brazos y besarla ante la vista de todos.

- ¿Listos? - dijo Endou bastante excitado.

Todos hicieron un asentimiento y se dirigimos al lugar donde se orquestaba la fiesta. Allí se debían de encontrar esperando Kazemaru y Kidou, que eran los que tenían permiso para entrar ya que se trataba de una fiesta privada.

Como habían planeado, entraron sin ninguna dificultad. Kazemaru se llevó a Endou por un lado. Hiroto acompañó a Midorikawa a coger unas cuantas bebidas. Las muchachas se fueron a buscar una víctima para aquella noche mientras se restregaban entre sí en un intento de baile extraño.

- Parece que esto es lo que somos hoy ¿no? - dijo Kidou mirando a la gente moviéndose.

- Las parejas apestan - comentó Suzuno mirando a sus amigos que asintieron.

Para meterse en ambiente, ambos tomaron una cerveza y se sentaron un poco alejados de la pista de baile. Aunque no apartaban la vista de ella. Sin abusar, eran de los chicos más guapos de la fiesta y, todos querían buscar la persona perfecta con la que culminar la noche.