- Quién anda ahí? - pregunté con la espada en dirección a los arbustos que se habían movido.
Nadie pareció asomarse, hasta que de entre las ramas saltó un pequeño conejo algo asustado.
Bajé la guardia. Sólo había sido un inofensivo conejo.
Pero yo seguía sintiendo unos ojos clavados en mi nuca. Hasta se me erizaban los pelos de la nuca.
Y entonces volví a oír la rama del árbol crujir, pero con más violencia. Algo me debí de perder porque en cuestión de cinco segundos tenía mi boca tapada y a una joven sobre mí.
Su pelo era liso y tan negro como el carbón. Tenía unos gruesos labios rosados. Su piel era morena y sus ojos de chocolate. Estos reflejaban ira y miedo.
Su fría y fina mano seguía sobre mis labios y en su otra mano con una pequeña daga me amenazaba.
- Grita y te rajo - me dijo mirándome a los ojos.
Tengo la boca tapada boba, no puedo gritar.
- Quién eres? - me preguntó con una voz en la que intentaba ocultar su miedo en vano.
Intento responder, pero tengo tu mano sobre mi boca.
Intenté decirle que me soltara, pero obviamente no podía entenderme porque seguía teniendo su mano sobre mi boca.
- Uy, perdona! - dijo liberando mi boca - Quién eres? - volvió a decir con la misma voz de falsa valentía.
- Soy Frederic.
- Qué has venido a hacerme!?
- Hacerte? Perdona pero no sabía quién eras hasta que saltaste sobre mí.
Y sigues sobre mí
- Quién te manda!?
- Quieres parar!? Me estás destrozando las costillas y nadie viene a por ti!
- Estas diciendo la verdad?
- Si!?
Se apartó de encima mía pero sin soltar la pequeña daga aún apuntándome con ella.
- Debo irme. Tú no metas visto - me dijo apuntándome con el dedo.
- Creo que va a ser difícil olvidar una cara tan hermosa - dije con mi cara de cautivador.
Esa expresión me la enseñó el padre de Gregory, Alexandro el jefe de la guardia real y mejor amigo de mi padre. Me dijo que con esa cara logró conquistar a Gala, aunque yo no me lo creo.
- Y yo me tuve que cruzar con el más idiota de todos - dijo la chica.
- Lo de idiota se lo dices a tu padre.
- Ojalá pudiera - bajó la mirada intentando retener las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.
Enseguida me arrepentí de haberle dicho semejante cosa, porque sus ojos brillaban cada vez más.
- Lo siento, no quería decir eso. Es que...
- Sabía que no eras un villano - cambió totalmente su expresión por otra cínica.
Yo no podía articular palabra.
Me ha engañado una chica.
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El Traidor #Wattys2016 {PAUSADA}
Fiksi SejarahImagina por un momento que tienes un hijo. Has trabajado con sangre, sudor y lágrimas para que el precioso ser que engendraste tenga una vida digna. Le has dado un hogar, estabilidad social y emocional y nunca le ha faltado de comer. Pero...¿y si ah...