Pensaba que la suerte hablaba de ganar la lotería, que típico; aprobar un examen sin estudiar, como meter gol en el último minuto, y el resto de cosas materiales que creemos que nos hacen realmente felices. Y de hecho estaba equivocada. Suerte fue encontrarme contigo, con tus ojos, tu risa, tu sonrisa, digo. Porque desde entonces fuiste mi cuarta hoja de un trébol.
