Prólogo: Sermón.

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Comenzaré planteándoos directamente una cuestión, con esta historia: Una de las historias más conocidas con pactos con el diablo es la de Fausto. El Diablo le otorgó riquezas y poder durante veinticuatro años. El Diablo le pidió a este un contrato firmado con su sangre, a cambio de poder y riqueza Fausto deberá vender su alma y pasar la eternidad en el infierno al morir.

Pero Fausto, al final, con la ayuda del cielo evita el pago justo antes de morir. El diablo tiene razones suficientes para desconfiar de las personas exactas. 

El rey y padre de la mentira ha sido engañado más de una vez por las personas, con los trucos más viles. Pero...De todos modos el recibe a diario peticiones de gente que antes creía en Dios y ahora se sienten abandonados por el.

Gente de escasos recursos económicos, que como es común, cansados de su pobreza acuden a el. Y a sí lograr una vida mejor. Pero... ¿Para que quiere el, El diablo, unas almas tan pobres y comunes?

Algunos están desesperados, quieren amigos, novios o novias. Otros quieren una cantidad de dinero considerable. Otros quieren poderes sobrenaturales, para hacer cosas que nunca podrían hacer otras personas.

Bueno, primero quiero aclarar que no todo el mundo tiene un alma. La mayoría solo tiene humo, espuma, sin sustancia...Vacío. Son almas pequeñas, insignificantes. Que para nada valen al Diablo.

Segundo; El diablo no hará pactos para ser un esclavo por un alma sin valor de un hombrecillo. El mismo se reveló contra eso hace mucho. 

Tercero; el no necesita pactos, la gente le entrega almas sin necesidad de que el mueva un dedo. El infierno esta repleto de ellas.

Y tarde o temprano un hombre bueno e inteligente caerá en el infierno. Ya que renunciaran a Dios y a la salvación. Basta con solo esperar a que quieran salvar a un ser querido o que este les haga daño.




El sermón de un DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora