Colapso infernal/Levantamiento real

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Con el paso de los meses Satan se hundía cada vez mas en su necedad, sentía un profundo dolor que ningún Dios, ningún ángel, ningún demonio, ningún nada podría causarle, perderla a ella era perderlo todo, no podía dejar ir el alma de Zeita, pues ella siempre aparecía entre sus pensamientos, rondando en su cabeza, buscando así la ultima gota de agonía que quedaba por salir de entre sus ojos, el dolor de haberla perdido lo consumía, pues no podía creer que todo aquello hubiera pasado frente a sus ojos. Los demonios comenzaron a asustarse, su rey estaba al borde de morir de sufrimiento...Mephisto, que ya estaba recuperado fue a encontrarse con Satan, sin poder encontrar las palabras correctas para aliviar su dolor, hablo

-¿Estas preparado?

Satan alzo la mirada percatándose de la presencia de todos sus compañeros.

-¿Para que?

-El Aurum (luz) esta arrasando con todo nuestro territorio, los ángeles han estado muy cerca de sobrepasar nuestras barreras. Esto podria traer una guerra. ¿No piensas hacer nada al respecto? Necesitamos a un líder, no a un muerto.

Satan lo fulmino con la mirada, ¿como se atrevía a hablarle de esa forma después de lo sucedido?, no era posible que tuviera tan poca tenacidad con el manejo de sus palabras, pero muy en el fondo sabía que tenía razón, bajo su responsabilidad había miles de legiones de demonios, tenía que actuar para no perderlos tambiéna ellos

-Lo entiendo, me disculpo por mi mal manejo de las situaciones, me haré responsable de cada uno de ustedes.

Sin pensarlo mas, se levanto y marcho lejos de ahí, llevándose consigo la mirada de todos los espectadores.

Belcebu miró a Mephisto con un gesto de angustia en su rostro y así mismo le dijo:

-¿No crees que fuiste muy duro?

A lo que Mephisto respondio indignado

-¿Duro? tiene que reaccionar, una guerra se avecina y nos mataran a todos si no hacemos algo, Satan es nuestro líder y amigo, debe empezar a preocuparse por las prioridades en estos momentos.

*Al otro lado del sauna*

Satan pensaba sobre el futuro de su hija...del como la podría proteger, sentía impotencia por tener el poder absoluto y no poder usarlo para tener su felicidad. El mundo podía arder en caos si el usaba su poder. Habría enemigos incontables. El no quería eso para Mar ni para su nueva familia, pues a pesar de que se trataba de brujos con poderes y habilidades increibles, no podía causarles tales problemas.
Satán no podía dejar de pensar en Zeita, cada vez que abría sus ojos, se repetía ese momento tan horrible. Zeita perdiendo todo su esplendor...Y Jehová con esa sonrisa, aunque su mirada parecía arrepentida, no bastaba para regresar a la vida a Zeita.
Ni siquiera Satan, portador de las almas, rey del infierno, protector de demonios, podía hacer volver un alma, y menos como la de Zeita, que guardaba tanta magia en su interior.
Mientras tanto, después de todas esas preocupaciones, había algo más...una guerra estaba prevista a causa del poder, del rencor que sentían los Ángeles contra los demonios y los demonios contra Jehová, asi mismo, el pensaba en la guerra para vengar su trágico destino y la felicidad que le fue arrebatada, a pesar de tener tanto poder y posible ventaja en la guerra, Satan estaba asustado, por qué después de todo ¿a que precio podía ganar la guerra? ¿cuantos demonios desaparecerían? ¿cuántas almas perdería? ¿Cuantos tenían que ser heridos, l astimados? Y todo por una historia que nunca debió comenzar.
Definitivamente le dolía perder a sus camaradas, en especial por toda la lealtad que le habían demostrado, no quería que ellos fueran afectados pero tampoco quería perder contra Jehová. Asi que regresó al infierno y convocó una reunión.

-Amigos...hermanos, como saben nuestra destrucción ha sido prevista por nuestro adorado Jehová, al parecer nuestra existencia lo perturba y no lo deja dormir. Quiero ganar esta guerra, pero no quiero perder a ninguno de ustedes. Sería un dolor inmenso que no quiero experimentar ahora, mucho menos ahora.
*dijo en un tono cabizbajo*
Todos los demonios lo miraban con ternura, otros con esperanza y algunos más con emoción. Todos admiraban el poder de Satán, y el como su mente estaba conectada con su cuerpo, tenía habilidades impresionantes y sin duda estaban aliviados de pelear a su lado.
Mephisto, que estaba a un costado de Satán y los demás, lo miro asombrado, parecía un hombre tan decidido, tan valiente a pesar de lo ocurrido. Así que dijo:

-Mis amados amigos, yo antes que nadie juré lealtad a mi honorable amigo aquí presente, que antes de darme cuenta, sería nuestro rey, les aseguro algo...Satán nos llevará a la victoria.

*Uno de los demonios gritó*
-¡¡Lealtad a Satanás!! ¡¡Pelearemos en tu nombre!!

*todos los demonios presentes gritaron con júbilo, ya que la felicidad de su rey significaba la felicidad de todos, y al escuchar las palabras de Mephisto todos se sintieron aún más motivados a pelear al lado de Satán, los demonios parecían confiados por tener a un líder tan fuerte, el nombre de Satán sería conocido en todo mundo, en cada rincón, su valor y su bondad algún día serían descubiertos*

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