❁ n a r r a d o ❁

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Terminé de arreglar mi cabello e inmediatamente coloqué un poco de perfume en mi cuello para darme un aroma dulce

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Terminé de arreglar mi cabello e inmediatamente coloqué un poco de perfume en mi cuello para darme un aroma dulce. Sonreí en el espejo al verme; mi atuendo era casual pero lindo, como siempre vestía, unos tacones, unos pantalones de mezclilla y una blusa de material fino pero bueno.

Hace unos horas había quedado con Justin en el parque, eran aproximadamente las ocho de la noche, pero la verdad siempre éramos de esa manera. Realmente me molestaba que la mayoría supusiera que todos son malos o no son lo suficientemente buenos para mi, luego de las pasadas experiencia con mis ex's novios todo era cuesta abajo. Jai y Ricky eran malvados, y aún puedo decir que lo son; siempre hacen lo posible por verme destrozada pero por alguna razón nunca lo logran.

Salí de mi casa observando mi celular, era tarde, pero mis padres ni siquiera estaban en casa, y la verdad ni siquiera se preocupan demasiado por mi bienestar.

— ¡Hola! – Exclamé entrando al auto de Justin, acto seguido me acerque para plantar un tierno beso en sus labios y me coloqué el cinturón de seguridad –. ¿Cómo estás?

— Bien – Respondió de manera seca. Él llevo sus dedos hasta sus labios y comenzó a delinearlos mientras que con su otra mano sostenía el volante.

Él ambiente era tenso, me hacía sentir mal e incómoda. Creo que aveces no demuestro lo mucho que lo amo por miedo a ser lastimada, pero él tampoco lo ha demostrado.

— ¿Qué vamos a hacer? – Pregunté con una sonrisa y el me dedicó una mirada fugaz.

— Abrieron una nueva pista de patinaje en medio del parque, quería que fuéramos juntos – Él sonrió –. ¿Te gusta patinar?

— ¡Me encanta!

~*~

Justin sostenía mi mano mientras juntos avanzábamos de un lado a otro, era divertido estar de esa manera, me sentía libra y no me sentía tan sola como de costumbre.

Sin duda él era la mejor compañía.

Mi corazón latía tan rápido que temía que abandonara mi anatomía en cualquier momento, miles de sentimientos y emociones habían salido a flote en mí, y por primera vez en mucho tiempo, puedo decir que me sentía tan especial.

Pasaron al rededor de treinta minutos hasta que nuestros cuerpos pedían a gritos un descanso inmediato. Nos quitamos los patines y le agradecimos al personal por sus servicios.

Empezamos a caminar hacia una parte más desolada. Abrazaba mi cuerpo de manera constante debido a que el frío se instalaba en mí, y soplaba mis manos en una acción de proporcionarles un poco de calor.

— No me gusta estar aquí – Me sincere con Justin y el me miró extrañado –. Está muy oscuro y no hay nadie.

— Tranquila – El sonrío y me abrazo besando mi cabeza –. Estás conmigo – Susurró.

Nos sentamos en una de las bancas e inmediatamente Justin empezó a ponerse nervioso, miraba a todos lados de manera constante y revisaba su teléfono cada minuto.

— ¿Esperas a alguien? – Me atreví a preguntar de manera nerviosa.

— N-No, Y-Yo solo... – Tartamudeó nervioso.

— No estés nervioso entonces, me asustas – Reí y él sonrió –. Quería decirte algo...– Susurré y el hizo una seña con sus manos indicándome que continuara –. Sé que ha pasado muy poco tiempo desde que nos conocimos y es extraño. Pero.., quería hacerte saber que lo que siento por ti es real, tú me haces una persona diferente, me haces sentir bien y siempre estás para mí – Sonreí un poco –. Eres una buena persona, y solo quería decirte que te amo como a nadie, y también te quería dar las gracias por hacerme feliz.

Entonces sin previo aviso me acerqué a él tomando sus mejillas en mis manos, y planté mis labios de manera sutil en los suyos. Al momento de besarlos encajamos como un perfecto rompecabezas, nuestros labios se movían al copas, su lengua comenzaba una batalla contra la mía y nuestras emociones estaban dispersas por todas partes.

Me separé de él y sonreí, pero el simplemente desvío la mirada a otra parte.

— ¿Está todo bien? – Le pregunté, pues sin duda nosotros no lo estábamos.

— Vamos, tenemos que irnos – Dijo para levantarse rápidamente y sostener mis muñecas para empezar a llevarme donde se encontraba el coche.

— Justin espera...– Dije tratando de calmarlo, pero todo su cuerpo irradiaba nerviosismo –. Justin basta...– Le llame nuevamente – ¡Justin estás lastimándome!

— ¡Lo siento! – Exclamó molesto – Solo quiero irme, vámonos.

Entonces nuevamente comenzó a caminar a paso rápido hasta el auto, yo trataba de seguirle el paso, pero aún así la situación era lo más extraño que había experimentado en mi vida.

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