Capítulo 9.

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Cuando era pequeña vivía en una casa pequeña, era solo un cuarto, y ahí estaba todo, las camas, la mesa, la radio, el refrigerador y hasta el baño. Vivía con mi hermano, mamá y papá, y era feliz. No digo ya no lo sea, de hecho, llegó una persona que iluminó mis días. Pero era realmente feliz, tenía una familia que me quería y convivimos todos. Pero lo que más me gustaba de esa casa era la pequeña ventana que estaba arriba de mi cama. Cuando todos dormían y yo seguía despierta porque a papá le gustaba darme mucho café, me paraba de puntitas en la cama y miraba hacia el exterior desde mi ventana. Miraba al vacío, miraba la oscuridad, miraba lo infinito, sólo miraba. 
Recuerdo como lloré e hice rabieta cuando, a los 5 años, me dijeron que nos íbamos a mudar a una gran casa donde podría tener más que una simple ventana, pero yo quería quedarme ahí, con mi ventana, porque pensaba que cuando era la única que estaba despierta, podía sentir como si el mundo fuera mío. Cada vez que recuerdo eso sonrío, después de todo. Yo no quiero todo el mundo. ¿Por qué querer todo el mundo si solo me basta con una persona que me mire como yo miraba esa ventana?

Me quedé atónita por la noticia inmediatamente, y sé que suena egoísta, pero mientras todos abrazaban a mi madre por su embarazo yo me fuí corriendo a mi cuarto sin que me importara la opinión de mi madre.
Chandler no me permitió pensar cosas malas por la noticia ya que toco mi puerta. No me habia dado cuenta, que las lágrimas habían salido por mis ojos, pero era seguro de que Chandler si.

Se acercó a mí, tan cerca, nuestros ojos se miraban, trate de acercarme, trate de rozar sus labios.

Pero él se alejó.

Aparte la mirada, y sin dejar que Chandler preguntara algo, cualquier cosa, me dirigí al baño, cerré la puerta con seguro, y no salí hasta llorar por diez minutos.

Nadie, absolutamente nadie, fue a la habitación, de seguro seguían festejando. Chandler se fue a los cinco minutos. "Los monstruos son reales, los fantasmas también. Viven dentro de nosotros y a veces, ganan". Pensar, algo que sabía hacer muy bien, pero mis pensamientos, no siempre son muy buenos.
Aún tenía miedo de salir del baño. Pero cuando lo hice, me fui directamente a la terraza. Salte y me fui al parque.

No quería hablar con nadie.

No quería escuchar sus tontos sermones aburridos.

No quería que me dijeran que hacer.

Quería ser libre, solo eso. Pero solo con una persona.

Solo con él y que nadie nos interrumpiera nunca.

Solo con Chandler.

-¿Jasmine?- Escuche una voz a lo lejos, voltee inmediatamente.

Al verlo sonreí. Tal vez no era Chandler, pero, tambien me hacia feliz.

Aunque tal vez no estaba llorando, me limpie las lagrimas secas y me levante.

-Sam, hola- Me acerque a él y lo salude.

-¿Que pasa, porque estas aquí?- Pregunto preocupado.

-Oh, bueno, quería tomar un poco de aire fresco, ya sabes, apartarme de la familia unas horas- Saque dinero de mi bolsillo y me ofrecí para comprarle una paleta de hielo.

-Ah ya veo, bueno, oye ¿Te puedo hacer una pregunta?- Me dijo.

-Claro dime- Le dije mientras sonreía.

-¿Sabes porque le caigo mal a Chandler?-

Mientras caminábamos hacia la paleteria, me quede pensando.

(Flashback)

Decidí ser sincera.

-Recuerdas el dia de las películas de terror, bueno cuando tu estabas bajando el colchón con Grayson y llamaron a tu celular, pues cuando conteste ella dijo que era Karol y que la llamaras- Me sentí muy mal, no sabía cómo mirar ahora a Chandler y todavia tenia que aguantar otras cuatro preguntas.

Estoy Enamorada De Mi Hermano (Chandler Riggs).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora