Adoptada por Louis Tomlinson

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Os contaré mi historia.

Mis padres murieron cuando yo sólo tenía ocho años en un accidente de coche, y nadie de mi familia quería hacerse cargo de mí. Aunque eran de mi familia, ellos nunca me aceptaron, y por eso estoy en un orfanato.

Ahora tengo diecisiete años y bueno, no tengo amigos. A veces he hablado con alguna que otra persona, pero no son considerados como tal. Tampoco me hacían mucha falta, estaba bien así, me gustaba mi mundo. Me gusta bailar y dibujar. Tengo una carpeta con muchos dibujos, podías encontrar desde abstractos a parejas besándose, ojos con lágrimas, labios, familia..., sí, he dibujado familias, algo que necesitaba, esto no se parecía en nada a una, en una familia tienes un papá y una mamá-aunque este no es mi caso, ni el de muchas personas más-, y a veces, hermanos. En una familia tenías cariño, gente que te reñía y te protegía, sonrisas, alguien a quién confiarle tus dudas, amores y secretos. Había diversión y mucha vida. Pero aquí no había nada de eso, no había ni cariño, ni papá, ni mamá, ni hermanos. Aunque si algún día me adoptaban, sinceramente no me veía capaz de llamar papá o mamá a alguien que no lo era.

La muerte de mis padres fue algo duro para mí, aunque sólo tuviera ocho años cuando ocurrió tal tragedia. Recuerdo los llantos de mi madre y sus gritos, mi padre sangraba mucho, a mi no me había pasado nada grave, algún hueso roto que se solucionó con una escayola y meses de reposo. Ambos cogieron mi mano, me dijeron que todo estaría bien, pero al final, nada estuvo bien.

La vida te da lecciones siempre, pero a mi me había dado una demasiado temprano, ¿no podía haber dejado que se hicieran viejitos?

Papá, mamá, os quiero, y daría lo que fuera por llegar del instituto y contaros como fue mi día, por más aburrido que hubiera sido. Desearía ir a sitios juntos y tener peleas de padres a hijos.

Sería tan perfecto abrazaros de nuevo.