Despair's Last Reward

Capítulo siete: Recuerdos de otra vida

-=Parte uno: Despertar=-

"Anoche tuve una pesadilla."

"Ajá..."

"¿N-no quieres saber de qué iba?"

"Tenemos que trabajar en el proyecto."

"... amor..."

"Te he dicho que en el laboratorio no me llames así."

"... ¿qué te ha pasado?"

"¿Qué quieres decir?"

"Tú antes no eras así. Antes me decías te quiero cada dos por tres... antes... antes..."

"La gente cambia."

"... Yo... yo te..."

"¿Dónde está Delta?"

"... cariño, quería decirte que..."

"Te he hecho una pregunta."

"En la sala del ordenador cuántico."

"Dios, lo pones todo tan difícil. Voy a buscarle."

"Vale... ¡no olvides que mañana...! ... adiós, supongo... amor... yo..."

Hikari: Adriáaaaaaan... ¡Adrián!

Adrián: ¡Ay! ¿Qué pasa?

Hikari: ¿Tú que crees? Has estado durmiendo desde que saliste de aquella sala rara.

Adrián: Ah...

Eran las 12 del día siguiente. Adrián y Jack habían sido encerrados en una habitación. Al principio, Adrián recordó que algo le pasó en esa misma sala... en otra historia. Cuando Adrián abrió los ojos completamente, pudo ver que en su habitación estaban Alec, Hikari y Jack.

Alec: ¡Adri! ¡Buenos días! Aunque ya es mediodía, según los relojes...

Adrián: ¡¿Cómo habéis conseguido entrar aquí?!

Alec: El cerrojo estaba roto...

Entonces Adrián recordó la nota que Ki le dejó. Seguramente rompió la cerradura de la habitación para poder entrar y dejar la nota encima de la mesa.

Jack: Q-qué movidito todo, ¿eh?

Jack parecía alegre. Tartamudeaba, como de costumbre. Pero no lo hacía tan seguido... al parecer, estar con Adrián encerrado le ayudó bastante. Los tres tenían una amplia sonrisa en sus rostros. Pero, por algún motivo, Adrián se encontraba nervioso y extraño... ¿sería por el sueño que tiene a veces? Una mujer y un hombre en un laboratorio. La mujer desesperada por llamar la atención del hombre... y al parecer tienen un hijo llamado...

Alec: Uh, ¿Adri? ¿Estás bien?

Adrián: ¿Eh? Ah, sí, sí. Estaba pensando en mis cosas.

Jack: ¡Hikari y Alec m-me han enseñado la segunda p-planta!

Adrián: Oh, cierto. Había una nueva planta, ¿eh? Debería ir a verla...

Alec: ¡Yo! ¡Yo te acompaño!

Adrián: Eh... Sé ir solo, Alec...

Alec: ¡Da igual! ¡Quiero estar contigo!

Y así se decidió. Los cuatro salieron de la habitación y Alec acompañó a Adrián a unas escaleras que no parecían estar antes ahí. De hecho, ¿había hablado Monokuma de una segunda planta la primera vez que el macabro juego comenzó? Primera vez... esas palabras resonaron en la cabeza de Adrián.