Capítulo 3: "Sentimientos ocultos"

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Ukyo:

-Señorita Kuon... Espera un momento, ¿Ukyo?

-¿Ry-Ryoga? ¿De verdad eres tú?- por supuesto que era él, ¿en qué estaba pensando?

-Sí, ¿Cómo estás? ¿Quién te dio mi número de teléfono?

-Ranma, ¿o acaso no querías que lo tuviera?

-¿Cómo crees? Le doy las gracias a Ranma. Lo que sucede es que he tenido mucho trabajo y no le he llamado ni a Akari...- ¿¡QUÉ!?-

-¿A Akari?

-Sí, hace tiempo que la encontré y hemos hablado bastante. Y con todo eso no le he podido preguntar a Ranma sobre ti.

-¿Con todo eso?-ahora sí me había derrumbado. ¿Acaso esa súper plástica y él eran novios de nuevo? Estaba empezando a querer mandarlo al demonio.

-Sí. Se ha vuelto mi confidente desde que la encontré hemos hablado tanto que me ha servido de ayuda para tratar de llenar el vacío que siento desde que tú y yo nos dejamos de ver.

Otro flechazo al corazón, ¿A qué se refería? ¿A que me extrañaba o a que había encontrado en esa arrastrada el reemplazo perfecto y que no le causaba ninguna pena el estar lejos de aquí? Pues no me iba a quedar con la duda así que le pregunté:

-¿A qué te refieres?

-Ukyo, tenemos que vernos. Tengo muchas cosas que contarte y no puede ser por teléfono.

En mi cabeza rondaban miles de estúpidas ideas y ahora sí estaba a punto de romper a llorar.

-Pero Ryoga, estás en Okinawa y yo aquí en Nerima, además supongo que quien me hizo rabiar al contestar es tu secretaria. Así que supongo que debes tener un trabajo muy importante.-dije con unos gramos de sarcasmo inútil incluido.

-¿Que te hizo rabiar? Haha pero, ¿Por qué?

De hecho al recordar la razón de mi enfado me ruboricé y daba gracias al cielo de que esta conversación fuera por teléfono.

-¿Eh? Ah, no. Por nada.

-¿Cómo que por nada?

-No me cambies el tema, Ryoga.

-Tienes razón, me he ido enterando de la extensión del U-chan por todo Japón y quiero felicitarte.

-Pues muchas gracias.

-No agradezcas, este fin de semana planeaba ir a Nerima de todas formas, aún así de verdad estaré eternamente agradecido con Ranma, pero, ¿Cuál era la razón de tu llamada?

-¿Eh? Ah, bueno...-memoricé que lo había llamado por un ataque de locura, ¿Qué demonios tenía en la cabeza? ¿Acaso en dos horas una nuez había tomado el lugar de mi cerebro?

- Yo... quería saber... qué había sido de ti. ¿Sabes? Han pasado seis años de que te marchaste y desde entonces yo no he sabido nada de ti. Hace unas horas entré en la habitación que solías ocupar, algo que nunca había hecho y... tuve un... ¿Presentimiento? Sí, algo así- Oh, claro. Gran excusa, Ukyo

-¿Presentimiento? ¿Sobre qué?

-Ay, no lo sé, Ryoga. No me pidas que te lo explique porque no sé cómo hacerlo solo que sentí una necesidad de...

-¿De?

-De ti.

-Ukyo...

¿Qué acabo de decir? No soy yo en este momento, es mi boca y mi subconsciente diciendo lo que la Ukyo de ahora jamás se atrevería a decir.

"Lágrimas Doradas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora