Capítulo 7: "Saldando deudas"

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Ukyo:
Llegué con Yuji y él pareció entender que debíamos
volar. Subimos al auto y comenzamos a seguir las
instrucciones que había escrito Kuno para llegar a aquel
local.
Conduje lo más rápido que pude; Tal vez nunca me había comportado tan frenética como lo estaba haciendo ahora, pero... ¿A quién quiero engañar? Por supuesto que haría esto y más tratándose de él.
¿Qué? No, no. Tratándose de... de todos, claro.

Seguro, Ukyo. ¿Por qué no dejas de mentirte a ti misma y
mejor aceptas que por ese lindo despistado darías hasta lo que no tienes?
Vale, es verdad. Ryoga, Ranma y Konatsu son muy
probablemente los chicos más importantes de mi vida;
Ranma como mi hermano, Konatsu como... Espera,
¿Qué? ¿Qué es Konatsu para mí? Es cierto que nos
habíamos comprometido dos años después de que se
fue Ryoga y que incluso estuvimos a punto de...
¿Quieres dejar de pensar en el afeminado ese y
concentrarte?
Perfecto, ahora mi conciencia tiene vida propia y más
razonamiento lógico que yo.

Llegamos a la dirección que Kuno había anotado en el
papel, y efectivamente parecía un local con bastantes
años de antigüedad. Unos veinte, diría yo.
Me quedé mirando la puerta de entrada unos dos
minutos mientras sopesaba si entrar o no...
¿Que no entrar dijiste? ¿Planeas dejar al pobre cerdito
en manos de la loca esa? Y qué tal si Akane también
está ahí dentro y ambos estás pagando juntos tu cobardía, ¿Eh?
Genial. Te estás luciendo hoy, conciencia parlante, y lo
peor de todo es que tienes razón.
-¿Señorita Ukyo?
-¿Eh?- definitivamente ando en otro planeta; había
olvidado que no estaba sola. –Ah. Vamos.
Rogaba al cielo porque mi voz entrecortada sólo fuera
un producto de mi imaginación.
-¿Está segura?
-Sí.
Ambos bajamos de mi auto con mucha cautela y
caminando casi de puntillas estábamos a dos pasos de
la puerta. Para comprobar si Kuno había dicho la
verdad, me acerqué más y pegué mi oído a la desgastada madera; se escuchaba claramente la
horrible risa de Kodachi.
Antes de hacer cualquier otra cosa volteé a ver a Yuji;
tenía una postura bastante segura y un arma de fuego
en cada mano.
-Si es tan peligroso como me lo ha dado a entender, la
necesitará.
Vaya, amigo; si supieras que se trata de una
hembra rabiosa como lo es Kodachi, ni siquiera me
habrías dejado bajar del auto, si tratamos el asunto de
que puedes perder tu empleo. Únicamente asentí con
la cabeza y tomé el revolver que me ofrecía. No tenía
nada más que esperar.
Abrí la puerta de una patada provocando que se oyera
un gran estruendo, aunque ahora no me importa
mucho si esa desgraciada me oye o no. Secuestró a
Ryoga y a Akane, y no precisamente para obtener un
rescate pagado, ya que el dinero es algo que para ella
parece crecer en los árboles; Me quería a mí como
pago por su libertad, quería enfrentarme y no le voy a
negar el gusto.
En cuanto la puerta terminó de abrirse apunté hacia
todos lados con el arma... Nada. Absolutamente nada
ni nadie. Aunque claro, podrían estar en el segundo
piso, ya que de lejos se ve que la estructura es bastante
grande.

Si serás idiota. Si hay un segundo piso ahora mismo
puedes tener un arpón apuntando certeramente a tu
cabeza.
Vaya estupidez la mía.
Levanté la cabeza apuntando hacia donde se dirigía mi
vista. De nuevo nada, parecía que no había un alma
aquí. Pero yo sabía que no era cierto.
Volví a recorrer el lugar con la mirada y el arma y mis
ojos se toparon con lo que probablemente era mi
suicidio seguro: las escaleras.
Sin siquiera mirar la salida o a Yuji comencé a subir lo
más silenciosamente que mis ruidosos zapatos me lo
permitían; cual depredador tras su presa. Eran como
veinte escalones y sin darme cuenta ya llevaba unos
doce. Sólo faltaba encontrarme con Kodachi e
insertarle una bala en la cabeza en cuanto hiciera su
primer movimiento.
Dos pasos más y ya me encontraba en el segundo piso.
Los escasos rayos de sol que entraban por un
improvisado tragaluz fue lo único que visualicé hasta
que oí el cargador de lo que probablemente era otro
revolver como el que yo llevaba. Si mis sentidos no me
fallaban yo también había apuntado al lugar correcto.

°

Ryoga:

Nos interrumpió una especie de ruido. Enseguida ella corrió y se asomó por un barandal que estaba detrás del rayo que entraba por el tragaluz.

-Perfecto...- dijo para sí misma.

Volteó a verme y apenas podía distinguirla por su vestidura negra. En un susurro casi inaudible me dijo:

-Es tu oportunidad.

Y así era. Ukyo había llegado.

¿De verdad? Creí que eran los fuegos artificiales que

anuncian que todo esto es una broma.

Qué simpático. Ahora mi subconsciente no me baja de

un idiota.

Sabes que lo eres.

Bastante por hoy, vocecita estúpida.

Comencé a caminar pero hacia atrás hasta toparme

de nuevo con Kodachi que me rodeó con sus brazos

por el cuello y susurró muy insinuante:

-Te lo haré más fácil si me sigues la corriente.
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Ishhhhh, ya está el capítulo. Dejaré que me tiren piedras.
Sé que es muy corto, sé que es pura intriga. Maybe, no es lo que esperaban. Pero así les toca. :D
Si este capítulo tiene una buena respuesta, nada más les digo que el resto tiene cuatro veces la duración de este, así que no se quejen de lo corto, léanlo, asimilenlo, y díganme si quieren que continúe subiendo lo demás.
No me maten. Es todo lo que diré jajaj.
-Ranmaniaca ❤️

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2020 ⏰

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