CAPITULO 6

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Cristina tomo la carta y empezó a leerla.

Querida amiga mía, lamento decirte esto pero no sé lo que me está pasando, siento que quiero hacer daño a los que me rodean y me...Siento mala y furiosa casi todo el tiempo, luego que te fuiste a tu casa, vino a verme un amigo llamado Robert, es de París y estaba hospedado en una casa cerca a la mía, vino a verme y estaba muy enfadado y se le veía en la cara que era malvado, cambiaba a un color negro y luego blanco, cambia de color todo el tiempo, me empezó a hablar sobre cambiar las cosas aquí y adueñarnos de todo, no sé porque pero la manera en lo decía lo hizo sonar como algo que yo también quería, no pude resistirme a sus palabras y me convenció, lo siento pero no puedo seguir aquí más, creo que me convertí en un ser malvado, y creo que me gusta. Lo siento pero esta es nuestra última conversación, no me busques, podría hacerte daño y eso haría odiarme, y además Robert es muy malvado es capaz de todo. Gracias por haber sido mi amiga todo este tiempo. Te extrañare... Lizzie.

Cuando Cristina termino de leer la carta, se puso muy triste y pensó en lo peor, en que su amiga Lizzie se había convertido en alguien que no era ella. Pero luego recordó que Sully está trabajando en una solución para el problema, le regreso el alma al cuerpo y fue de inmediato a buscar a Sully, y ayudarle en lo que pueda para encontrar una cura.

Ya de regreso a la casa de Sully, Cristina sentía que la estaban observando, ella siguió caminando con paso acelerado, y de pronto escucho un alarido tan fuerte que le escarapelo el cuerpo, volteo la mirada hacia atrás, y lo que vio era de terror, un grupo de hombres de pimentón golpeaban a un señor que estaba hecho de galleta en un jardín, Cristina corrió para ayudarlo, se acercó al jardín y por suerte había una manguera con la suficiente presión para enviarlos lejos y la acciono en dirección a los malos, los hombres de pimentón huyeron del lugar, Cristina fue a levantar al señor de galleta y cuando le estaba dando la mano, sintió un fuerte golpe en la espalda, cayó al suelo y no sabía que había ocurrido, volteo para ver que o quien era, y resulto ser una mujer que estaba se había fusionado con una barra de queso azul, Cristina abrió bien los ojos para ver si era Lizzie, pero no para su alivio no lo era, pero ahora surgió un nuevo problema, como iba a vencer a esa mujer de queso, si era sólida como el queso y no se podía disolver en agua, asustada por no saber qué hacer, le arrojo tierra a los ojos a la mujer, se levantó y tomo al señor galleta y se fueron corriendo de allí, ya un poco alejados cerca de una casa deshabitada, escucho un susurro, alguien la estaba llamando por su nombre, volteo para ver quién era, y de pronto escucho. "Cristina soy yo Anina, la hermana de Lizzie, ven hacia mí, aquí es seguro. Cristina sin perder el tiempo se fue a refugiar donde se encontraba Anina. Cristina le pregunto.- ¿Anina estas bien?, ¿no te han hecho daño?, ¿cómo llegaste hasta aquí? Anina le respondió.- Si estoy bien, como soy casi liquida pude escapar por la ventilación de la casa. Con cara de que lo que decía no tenía sentido. -Me alegro que estés bien, pero yo pensé que te habías ido con tu hermana y su amigo. Anina le contesto.- Te voy a contar lo que paso luego de que te fuiste de la casa. 

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