Idiotas

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Despierto escuchando el despertador y no la voz de mi madre. Como es de costumbre tomé desayuno, me vestí y caminé hacia el paradero de al frente. Después de estar esperando la micro un tiempo apareció la chica que había visto la noche anterior, Ivanna.

- Hey, la micro parece haberse retrasado en su recorrido, ¿qué te parece si caminamos al liceo? - dijo ella intentando tener mi atención.

Primero me dije a mi misma lo raro que había sido que no me hubiera saludado, pero luego pensé que tal vez no era algo muy importante en ese momento. Decidí caminar junto a ella hacia el liceo.

- ¿George va en el liceo al cual vamos?. - Le pregunté intentando "sociabilizar", me sentía algo incómoda.

- Sí, pero hoy no me pudo acompañar, anoche pescó un resfriado y hoy despertó muy mal, iré después de clases a dejarle algunos medicamentos, ¿me quieres acompañar a la salida?. - Dijo con poca esperanza en sus ojos.

- Es la casa de alguien desconocido para mi, preferiría no ir. - Dije después de pensarlo por un par de minutos.

Ella ya sabía la respuesta que le iba a dar. Pasó rápido el tiempo caminando junto a aquella chica. Conocí más sobre su actitud, se podía enojar fácilmente, parecía ser una chica fuerte, pero de ciertas formas no lo era; por lo menos eso entendí de lo que me dijo.

Llegamos a clases algo tarde, pero el profesor nos dejó entrar por el problema de "atraso en el recorrido de la micro". Me senté donde siempre y puse atención.

Acerca de mis notas, eran algo a lo que se le puede llamar intermedio, ni tan excelentes ni tan malas. No era alguien de mucho estudio pero tampoco estaba cargada en promedios rojos.

Al salir a recreo un grupo de chicas me trató de chica rara, estaba acostumbrada a que me dijeras cosas, pero esta vez me molesté enserio.

- Gente idiota como ustedes no debiera existir. - dije mirándolas a la cara.

Estaba a punto de comenzar algo grande cuando llegó el profesor de la sala a nuestra derecha.

- Disculpen chiquillas, ¿qué está sucediendo aquí?. - Dijo él con voz desafiante a ambos bandos.

- No sucede nada profe. - Dijo una de ellas sin tomar en cuenta la posición que tenía el docente en esa situación.

Nos dijo que fuéramos a nuestras aulas, nos dispersamos, él se fue y la misma chica que le había respondido me gritó.

- ¡Ojalá las arañas te coman la lengua!

- ¡Parece que ya lo hicieron¡ - Se largó a reír una de ellas y todas la siguieron.

Sólo atiné a recoger mis cosas y marcharme a mi última clase. Luego de un rato supe por un compañero que el nombre de ella era Fernanda, no pregunté nada pero era probable de que la mayoría de mis compañeros ya sabían de lo que había pasado. Aquella chica la mayor parte de su tiempo lo gastaba causando problemas con los profesores y así mismo con los alumnos del establecimiento. Con eso menos quería acercarme a ella y a la gente. Encontraba estúpido tratar mal a las personas que son diferentes, pero claro, hay de todo en esta vida.

- ¿Qué tanto piensas? - Dijo Carlos acercándose a mí al salir de clases - De seguro es por lo que pasó en el recreo. -

- Son cosas absurdas y sin importancia... - Recordé el dibujo robado - Hey, ¿tú me sacaste el dibujo de Kurt que tenía en mi cuadernillo?. -

- Ah, sí disculpa por ello. Lo encontré genial y quería tenerlo para regalárselo a una persona, puedo pagarte a cambio de ello. - Dijo despreocupado.

- ¿Regalárselo a alguien?, ¿eres un idiota o qué?. Son mis cosas, eres un entrometido. - Dije enojada.

- Perdón sé que no debía hacerlo... -

- No debiste hacerlo. - Interrumpí.

Comencé a caminar hacia el paradero con un aire tenso, hace mucho que no me sentía así, lo único que quería era llegar a casa a descargar ese sentimiento en algo.

- Espera Cathie... - Dijo Carlos poniéndome la mano en mi hombro.

- Idiota, no me toques. - Dije en el mismo tono de mi última frase.

- Toma te lo devuelvo - Dijo mostrándome la hoja en la cuál estaba el dibujo - No pensé que te enojarías tanto, sólo quería llamar tu atención.

- ¿Qué clase de persona eres?. - Dije tomando el dibujo - No vuelvas a hacerme cosas así, eso sólo lo hacen los idiotas. -

- No creo que sea tan idiota, o si no, no estaría aquí, en este colegio junto a personas normales, gente normal, como todos nosotros, como tú.

- Ya sé, no es necesario que me digas que soy normal, disculpa, debo volver a casa rápido. - Dije dirigiendo mi curso hacia la micro que había estacionado frente al paradero en el cual estaba.

Llegué a mi casa muy tensa, ordené mi habitación y me acosté sobre la cama.

- Tal vez cada persona es loca a su manera. - Me dije, después de que mis padres llegaron, acostada en mi cama nuevamente, esperando el próximo día.

El comienzo de mi historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora