Lukeshki

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El sentimiento de venganza y culpabilidad se sentía tan incorrecto. El saber el sufrimiento de parir y pensar que lo merece, era como auto apuñalarse una y otra vez por razones de locura extrema. Ella lo engaño, pero el sufrió. Un grito agudo por parte de su mujer lo despertó de sus pensamientos engañosos y malévolos.

James se levanta de la silla en la que estaba y pasa sus ojos a Roxana, su esposa. Le agarra su mano con delicadeza. Mira la silla donde estaba sentado, silla donde se había perdido, en un momento tan importante, el se perdió en su "mundo". Mundo donde al perderse era difícil volver. Al ir a ese mundo las miradas se perdían y al despertar todo lo que había pasado se esfumaba.

Vuelve a mirar a su esposa que sin ningún tipo de vergüenza, grita de nuevo.

- Ya casi- El doctor le dice en forma de aliento, cosa que a ella no le da ninguna gracia. Lo mira en forma de reproche.

-James se tiene que ir.

La enfermera le jala del brazo con suavidad, un toque físico que lo despierta de su confusión. Lo dirige hasta la la puerta. El mira hacia atrás, pero gira su cabeza rápidamente  y habré la puerta con delicadeza. Al salir escucha un ultimo grito, pero después un silencio profundo y misterioso.

Los pasillos eran largos y un poco estrecho con toques de blanco. Busca un asiento libre, mientras caminaba iba contando las puerta para saber donde volver. Su presentimiento de que algo paso lo atormentaba.

¿Porque lo habían sacado de la sala?

Mientras caminaba ve un silla libre,  en el asiento que estaba al lado, había un hombre sentado. Con sus ojos saltones, el cabello desacomodado y la mirada perdida. Sus manos estaba amarradas, con una soga blanca y liza. James mira una y otra vez al hombre. Analizaba cada movimiento que hacia, mira para los lados intentado buscar una razón para no ir.

Centra sus pensamientos y decide con actitud ir a sentarse. Camina con postura alta, que cada vez que se acercaba su seguridad se iba. Al llegar se da cuenta que el hombre ya se había percatado de su maravillosa llegada.

Se sienta y frota sus manos contra su cara.

- Pss.

-¿ te doy miedo pequeño?- dice con confianza al darse cuanta que James no le prestaba ni la más mínima atención.

El hombre gira su cabeza hasta que lo mira fijamente, sus ojos saltones le daban un escalofrió que le pasaba por todo su cuerpo. La velocidad de su respiración aumentaba pero solo el la podía notar.

- Tienes una niña un tanto especial, se diría que es única. Es triste que su vida terminara tan rápido. Sabes, si quisieras podrías impedirlo, pero puedo ver en tus ojos verdes. Que cada palabra que este "loco" te dice lo estas evitando- El hombre habla como si todo lo que dijera fuera cierto, es posible que lo sea, pero como podría ser, no puede adivinar todo.

James lo mira con el rabillo del ojo, podría notar un tono gris de sus  ojos mirándole. Le llamaba tanto la atención esos ojos, eran grandes. Se podían notar unas grandes ojeras, de cansancio o paranoia.

- Porque es tan difícil para ti mirarme, solo piensa que estoy loco, siente compasión por mi.

Ríe  de manera cinica, el escalofrió volví una vez mas. Haciende que suba por su dorso, dándome un sentimiento muy poco placentero de incomodidad. Un medico con una libreta en la mano se nos acerca.

Se le ve serio.

- Señor Lu.. Lukasti.

El medico acerca su cara al la libreta intentado descifrar el complicado y confuso apellido. El hombre lo mira, su rostro va cambiando hasta llegar a un gesto serio y con arrogancia .

- Lukeshki.

- Gracias señor- responde con tal amabilidad, es posible que sea mas hipócrita.

- ¿ Y como esta su esposa?- Sonríe de manera forzosa, el medico lo mira fijamente.

- No sabes nada de ella.

- Entonces señor sabelotodo, porque crees que te pregunte, piensas que soy tan cordial-Miras en mis ojos intentando descifrar el porque de mi palabras, el como lo se .

-¿Estas intentado desafiarme?- suena una pequeña risa burlona saliendo del mismo hombre.

- No señor.

Una risa de locura sale de Lukashki, enseñando una vez mas sus desaliñados dientes, sabe que gano una guerra de palabras. Sabe que toco un punto bajo y no le importa . El hombre estalla de una risa tenebrosa, muy fingida para James.

- Martines ¿ que haces?

El doctor sale corriendo.

-Pss.

- ¿ Que quieres ?

- No te vas a poner malhumorado, solo quería molestarle.

- ¡ Aléjate de mi !- le ordeno, el rostro del hombre vuelve. Con una larga sonrisa vencedora, enarca una ceja.

En esos momentos llega el doctor con una jeringa y una silla de ruedas, dispuestas a inyectar al hombre. Se miraba una seña de satisfacción en el rostro del medico, como una venganza.

- recuerda mis palabras con atención, ya que cuando te di la oportunidad de salvar no me escuchaste.

Pasa su lengua por los dientes.

- Lindo nombre, para linda niña- sonríe por ultima vez, su miraba estaba fijamente centrada en mi, la incomodidad subía. Decide de una vez levantarse y alejarse del hombre.

Lindo nombre, para linda niña.

  Lindo nombre, para linda niña.

Lindo nombre, para linda niña.

Las palabras pasan por la mente repetidas veces, porque sabría el que nombre que le pondremos, porque se interesa tanto en " ayudarme"..

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Hola amores míos, si llegaron hasta aquí ya me extrañaban. No les voy a decir mucho nada mas, no hagan spoiler a los que leyeron la novela antes de que le hiciera un drástico cambio y que no tengo día para subir. Y tampoco tendré....

Comenten, que los extraño mucho.

Dadle mucho amor a el capítulo ( .-.)

El que no quiere verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora