Capítulo 1

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--Estás mojada...-- dijo Jaasiel, mientras recorría la vagina de Kate con sus gruesas manos. –Gimió—A ella le gustaba—Jaasiel sonrió—

Sabía que una mujer tan ingenua como Kate lo seguiría hasta las gradas del patio de juegos. Normalmente, siempre estaba despejado, a no ser que el equipo anuncie un partido o las animadoras reafirmen sus ensayos. De todos modos, era el lugar perfecto para tenerla debajo de su cuerpo, haciéndola suspirar y rogar a mares que la folle. – ¿Te gusta?— Jaasiel sabía que no tenían mucho tiempo, sobre todo, teniendo a un entrenador que vigilaba el campo, de los mafiosos que dejaban sus basuras en el pasto o de las parejas adictamente sexuales, que venían durante el descanso. Jaasiel la besó duro en los labios, recorriendo su traviesa lengua por toda su boca. Con sus dos manos, apretó sus senos, masajeándolos fuertemente, haciéndola suspirar—Kate Gemía—Jaasiel sabía quién mandaba. Cuando conoció a Kate, en el salón de clases, sabía que era una damisela a quien domar. Era lenta, comparada con lo atlética que era en educación física, solía ser tímida, cuando lo miraba en clases de química, pretendía actuar como una compañera, pero sólo buscaba que él la dominara. Kate sólo era un pasatiempo, nada más, no quería lazos afectivos a mitad del semestre, aún quedaban las vacaciones de invierno, para reprimir sus impulsos de querer relacionarse con ella. Jaasiel inclinó su cabeza al borde de su vagina y olfateó su aroma exquisito—Estás muy mojada...-- Con sus manos, desabrochó el cierre de sus jeans ajustados, dejando al descubierto sus piernas, hasta las rodillas. Con sus dientes, tomó sus bragas y las bajó—Kate Gimió— Jaasiel dirigió su boca a la vagina de Kate, y con fuerza, la saboreó, la chupo y la besó. La punta de su lengua, recorría el clítoris de Kate, haciéndola gritar de placer. –Ella era suya—Siempre lo fue— Su sabor era exquisito y su vagina, una maravilla. Quería que gritara, que se retorciera de placer y que en sus ojos él fuera lo único que deseara. El pulso de Kate era activo, sus piernas temblaban y sus manos, se aferraban a un objeto inexistente. Ella estaba lista. Jaasiel sacó un condón de su bolsillo trasero y con sus dientes, rompió la envoltura de plástico. Antes de ponerse el condón, Jaasiel, escuchó a lo lejos, los fuertes pasos del entrenador. Se guardó el condón en el bolsillo, mientras que Kate, con una rapidez, subía sus jeans y arreglaba su blusa de franela. – ¡Mierda!—Maldecía Jaasiel. Había calentado su pene, sin tener nada a cambio, pero el verdadero problema era engañar otra vez a Kate ¿podría engatusarla de nuevo?, ¿acaso, sería tan estúpida para caer de nuevo?

Kate se encontraba parada frente a él, esperando una respuesta, un beso, tal vez. Jaasiel la ignoró, tomó su chaqueta de cuero y se largó de la cancha de juegos. Kate, devastada y confundida, no sabía ni que pensar, ¿por qué siempre tiene que correr? ¿El silencio será su mejor arma? Igual como la otra vez, deberá guardar silencio.

A la mañana siguiente, Kate se encontraba en su bloque, recogiendo sus libros para la clase posterior. Mientras sacaba su libro de algebra, divisó a unos metros a Jaasiel, coqueteando con una chica, la cual desconocía. Kate, sintió un retorcijón en su estomagó, la garganta le dolía y su boca estaba seca. Se quedó parada, observando como el imbécil de Jaasiel hacía de la suyas con una chica incógnita. Hubo un tiempo, en que Kate no dudaba, en darle una fuerte golpiza en la cara, rompiendo sus huesos, dejando que su sangre escurriera y que el gritara por el dolor. Luego pensó, que sería algo perverso y un poco fantasioso. Era lindo soñar, pero era más cruel fantasear. Lo quería, estaba segura. Su desprecio y su amor hipócrita, fue suficiente para Kate. En ese momento, Kate recordó las palabras de su madre "el amor es cruel, pero sincero" Jaasiel carecía de la honestidad y todo lo que podía darle, era una mundo caótico, lleno de mentiras y amor artificial.

Cerró su bloque y se acercó a Jaasiel, la chica que estaba a su lado, se percató de ella y Jaasiel la miró.

--¿Podemos hablar?—Le preguntó Kate—Jaasiel la miró por uno segundos y le susurró una palabras a la chica antes de que esta se marchara.

--¿Qué pasa?—Digo Jaasiel despreocupado

Kate respiró profundamente. Algo no andaba bien.

--Pensé que nos veríamos, ya sabes, en la cancha...

--Pues en este momento estoy ocupado, iré a la casa de Marcus a tomarme unos tragos antes del partido—Reposó su cuerpo en la pared—Mañana quizás

El rechazo de Jaasiel, la dejó inquieta, quería decirle que ella también tenía planes, que no era juguete que podía mandonear. Una vez más, se limitó a subir y bajar la cabeza, en modo de aceptación. Sin despedirse, se alejó de ella, dejándola moribunda en medio del pasillo. Solo que esta vez, logró reaccionar y llamó su atención.

--Jaasiel—Lo llamo—él se volteó—Esa chica...es tu novia—Kate estaba nerviosa

--No por ahora—Jaasiel sonrió

Kate se tranquilizó. Por el momento. 

Esclava de tus mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora