Capitulo 3

64 9 1
                                    

Ahí estaba yo teniendo el más extraño contacto visual que he tenido en mi vida. Su mirada expresaba confusión, como si en mis ojos hubiera un secreto escondido, que al mirarme de esa forma, lo fuese a descubrir.

- Ahora chicos, junten se con sus respectivas parejas- dijo el profesor.

Bueno, ahí voy yo, en dirección a mi nuevo compañero de clase. Él aun no nota mi presencia así que aprovecho para observar su perfil. Por alguna razón siento algo dentro de mi que no sé reconocer, algo... nuevo.

No sé por que me siento nerviosa, si solamente es un chico.

-Por Dios! ni que fuese un Actor de telenovela o alguien así. - me dije mentalmente - ahsss...!!! calma te Elena, y habla le de una buena vez. - me ordené.

- Hola - me atreví a decir, él levanto su mirada azul y la posó en la mía. He visto a muchas otras personas con ojos azules, pero sinceramente la de él no la puedo comparar con ninguna otra. Es simplemente hermosa.- Soy Elena.... Elena Archiball, y creo que tú eres mi pareja en esta clase. - Traté de sonreír le normal, pero estoy segura que mi gesto pareció más una mueca que una verdadera sonrisa.

- Este... sí... - dijo, y si no soy una mala observadora, juraría que está nervioso. Se puso de pie y me tendió su mano en forma de saludo - Daniel... Daniel Hernández - mire su mano y dude por un segundo y al final la estreche. Algo dentro de mi explotó al sentir su tacto. ¿Pero qué demonios? ¿Por que me ponía así este chico? Si solamente era eso, Un chico. - ¿Te vas a quedar ahí parada?- dijo sonriente, haciendo me olvidar por completo mis dudas internas.

- Es... Este, no. ¿Me puedo sentar a tu lado entonces? - el asintió con un ligero movimiento de cabeza. Me senté a su derecha, y él tomó su lápiz. Y esa fue la primera vez que veía escribir a un Zurdo. Sé que parece tonto porque hay tanta gente por ahí que lo es, pero yo jamás había conocido a alguna. Verlo dominar el lápiz con tal facilidad me hacia recordar un libro que hace tiempo leí, "Los Cuentos del Alhambra". En el cual él rey era zurdo y todos lo reconocían por tal capacidad.

Él elevó su mirada y me atrapó observándole descaradamente. El solo pensamiento que pasó por mi destartalada y sucia cabeza, hizo que un extraño calor se me subiera a las mejillas. Tanto fueron mis nervios que acabé soltando el lapicero azul de mis torpes dedos, haciendo que este se estrellase con en duro concreto creando un molesto sonido. Y como si mi cuerpo fuera un imán atraído por un poderoso campo de fuerza, me dirigí hasta el insignificante objeto que yacía en el suelo, dispuesta a recogerlo y acabar con esta escena totalmente incómoda.

Pero mi pequeño plan se fue por la borda al sentir esa corriente eléctrica provocada por el suave tacto de los fríos dedos de Daniel. Él me miro igual de sorprendido. Yo no pude decir nada, porque la bola de nervios que tenia atravesada en la garganta no me dejaba.

- Lena ¿ te puedo decir lena?- yo simplemente asentí con un movimiento de cabeza- Lena, ¿podemos hacer el trabajo no como compañeros?- estoy segura que pudo ver mi cara de completa confusión, porque se apuro a explicarse- digo como amigos, no vallas a pensar mal.- se rió con total nerviosismo y mientras el se disculpaba, mi interior latía tan fuerte mente que era capaz de escuchar mi pulso detrás de mi oreja.

- Me encantaría ser tu amiga, Dani.- le Sonreí profundamente. Él se rió al escuchar el nombre que acababa de darle. - Dani, ¿no te molesta que te llame así?. Se que es algo cursi pe...

- Me gusta.- me interrumpió mirándome a los ojos totalmente relajado. Yo asentí sonriente mente.

Y así fue como me convertí en la mejor amiga del oji-azul.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 29, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

"No Llores"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora