Yo no me había percatado de la intensidad de tu mirada cada que me veías llegar, tampoco había visto la tristeza que te invadía en todas las ocasiones en que me encontrabas con el corazón hecho pedazos, sentado ahí cuidando de mi, escuchándome, consolándome, sólo estando parar mí, sin juzgar, apoyándome. No había visto en tu corazón haciéndose cachitos cada que llegaba hablando de mi amor... Hasta ahora me di cuenta y tú aún sigues sin decirme nada, como si en tu vida lo tuvieras todo con tener sólo mi amistad y mi felicidad; aquí estás todos los días sin falta ni descansos a turno completo, ideando un nuevo plan para que yo tenga lindos recuerdos, alegres y divertidos .
Ahora yo me siento como tan desagradable, quiero cuidarte con la misma devoción que tú lo has hecho conmigo, pero tengo miedo de fallar y no lograr encender una chispa de alegría en tu vida. No sé cómo agradecerte tanto tiempo de tu vida a mi lado. No sé cómo hacerlo sin darte falsas ilusiones. Me siento egoísta, tonta , sé que alguien llegará a llenarte de cartas, de días soleados, te llenará de besos bajo la lluvia, se reconfortará bajo tus brazos, alguien llegará y perdón, no seré yo.