Diablos, si los de Mokpo pudieran verlo ahora.. DongHae -una vez jodido, por siempre jodido- Lee, en un traje de dos mil dólares, sorbiendo champaña costoso. Cierto, el esmoquin sólo era un préstamo y en la vida diaria de DongHae habían más McDonald's que filet mignon, pero aún así, no estaba mal... para nada.
—DongHae. – Una fuerte mano se cerró sobre su hombro, clavándosele hasta los huesos. — ¿La estas pasando bien?
DongHae sonrió, la feliz sonrisa de me-gustaría-besarte-el-trasero.
— Muy bien, Sr. Kim.
— Bien, bien. – Kim tomó una copa nueva de champaña de un mesero que pasaba. — ¿Donde está HaNeul?
— No pudo llegar. – se detuvo. — En verdad, tenemos unos problemas en el matrimonio.
Kim frunció el ceño. — Lamento escuchar eso, DongHae. Espero que tu situación personal con HaNeul no afecte nuestro uso de sus servicios.
— No. Por ahora, todavía está adentro. – dijo él con cuidado, sin querer comprometer a HaNeul por un largo tiempo, pero sin querer hacerla ver como indispensable.
Kim señaló con su champaña hacia la pareja que estaba siendo fotografiada bajo un arco de rosas rojas. — Mi Lily, ¿no es una novia hermosa?
Mierda... ¿y ahora como manejaba esto? Demasiado entusiasta y estaría viendo su rodilla rota por pervertido con la hija de Kim. Demasiado desinteresado y le romperían la mandíbula por insultar su belleza. —Lo es, Sr. Kim. Debería estar muy orgulloso.
Doble palmada en la espalda le informó que había respondido correctamente. Llámenme Ricitos de oro, pensó DongHae con una mueca interna. Pero parte de él sentía una satisfacción interna, feliz de haber ganado la aprobación de Kim incluso por algo tan tonto como un comentario sobre la belleza de su hija. La extraña combinación de miedo y lealtad que Kim siempre le producía le congelaba la sangre. Sería mucho más fácil si simplemente pudiera odiarlo.
— El lunes en la mañana volvemos al negocio. – le recordó Kim con un guiño, moviéndose hacia los invitados.
— Seguro. – respondió DongHae detrás de él, esperando hasta que Kim desapareció para tomarse el resto de la champaña en un solo trago.
DongHae bajó las escaleras de piedra que llevaban al balcón colgante; no había manera de acercarse a la comida con tres líneas de personas esperando. Solo alcanzaba a ver la punta de una escultura de hielo, incapaz de discernir si era un cisne o un ángel. El océano era visible desde el borde de la baranda, el eterno azul desvaneciéndose hasta un rosa en los bordes mientras el sol se ocultaba en el horizonte. Para su sorpresa, descubrió que tenía debilidad por el océano, el sonido, el olor, la grandeza. Todo indicándole que su vida -y cada pequeña mierda, destinada a quemarse en el infierno de elección que había tomado- no importaban mucho al final.
Kim y su esposa, MaeRi, se unieron a su hija más joven y su nuevo esposo bajo las rosas. Kim sonreía ampliamente, sin rastros de crueldad ese día, mientras el fotógrafo posicionaba la familia de esta manera y la otra, foto tras foto.
—Papá, papá. – llamó la nieta de Kim, sorteando entre los huéspedes para alcanzar a su abuelo. Rió cuando él la levantó fácilmente y lanzó a la niña de tres años hacia el cielo.
DongHae observó cuando tomó las mejillas marcadas de Kim susurrándole al oído, un dedo jugando con el cabello negro que solo hasta este año empezaba a mostrar algo de gris. No estaba asustada.
![](https://img.wattpad.com/cover/75631721-288-k280981.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Tonos Grises [EunHae]
Fanfiction[ADAPTACIÓN] || Esta historia no es mía, yo la adapté a EunHae. Personajes: DongHae y Hyukjae, LeeTeuk, Siwon, Kibum en vista al pasado, Hangeng, mención de Kyuhyun y Sungmin. Género: Drama. Policial. Romance. Homosexual. Advertencias: Lenguaje e...