Me dueles tanto.
Cierro los ojos, y te puedo jurar que te veo allí en frente de mi aunque literalmente no lo estás. Me aterra no verte más, desde que te fuiste siento ganas de llorar e irme allá, donde te puedo tocar. Allá, donde te escucho hablar, respirar, allá donde dueles menos, allá donde verte sonreír es mi cura. Pero que va, aquí, donde más dueles y no estás, te escribo por si algún día por equivocación me lees quiero decirte que aún siento mariposas en el estómago cuando pienso en los besos que me dabas con ternura.