Capítulo 3

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Hoy es 8 de agosto, y son las 3:00 pm.
El día de hoy inicié mi primer día de clases, mi nivel de flojera estaba a tope, aunque conocí a una muchacha muy no sé como, (no sabría como describirla), bueno, tengo que admitir que no la conocí como debería, solo la miré y escuché su nombre en el pase de lista, (qué perdedor).
Su nombre es Victoria, no pude poner atención a sus apellidos porque mi ingeniosa mente me hizo la grandiosa pregunta de "¿Y Por Qué No 'Derrota'?", aunque fuera de todo eso es una muchacha muy bonita, tal vez el día de mañana le pregunte su nombre (si es que no me da un ataque cardíaco antes de hacerlo), e intentaré hacerme su amigo. :)

Cuando llegué a casa, mi madre (como todas las madres en el mundo mundial mundialista) me preguntó por mi primer día de escuela,
—Interesantemente aburrido, má— le dije con un entusiasmo sarcástico,
—Pues qué extraño que haya sido aburrido, porque desde que llegaste no quitas esa expresión de emocionado de tu siempre aburrida cara— me dijo, frunciendo el ceño intentando adivinar qué pasaba, —¿Eh?— le contesté más nervioso que cuando me preguntó si le había traído el tupper que me puso para la escuela la otra vez, —Para nada, es que estoy recordando la vez en que el tío Jaime entró en la habitación de mi hermano— le dije completando la frase para que no sonara tan cierto eso que ella sospechaba,
—¿Eso qué risa tiene que dar?— dijo, a lo que mejor le dije que olvidara eso y que mejor fuera a ver en la televisión sus programas de cocina.

No OlvidéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora