Capîtulo 2: "Asumiendo el papel de la mejor amiga. ¿Correcto?"

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 ''Cuando quieres a una persona, lo único que deseas para ella es su felicidad aunque tú no se la puedas dar'' 

Lucy fue regresando poco a poco a la realidad, sentía un ligero dolor agudo en el antebrazo y algo la incomodó en su nariz. Abrío poco a poco los ojos encontrándose con unas extrañas luces de color mortecino. Trató de levantarse pero estaba clavada en esa cama. Al instante lo supo, estaba en el hospital.

-Cariño...-Una voz resonó y al voltear vió a su madre sonriendo con alivio.

-¿Qué pasó? -preguntó estirando el brazo mirando la intravenosa.

-Te desmayaste, estuviste un día entero inconsciente, Andrew te trajo al hospital.

Andrew, ese nombre tocó una fibra sensible en su  interior, de nuevo la cabeza le martilleó.

-Y ahora -prosiguió su madre-Jovencita,explícame porque no habías probado bocado en 2 días.

¡Rayos! maldijo para sí.

-Te descompensaste -siguió hablando su madre-. Tu organismo sufrió una baja de insulina.

-¿Cuándo saldré? -preguntó la castaña, ignorando aquél discurso que se sabía de memoria.

-Mañana por la mañana.- sentenció su madre antes de suspirar y tomar asiento a su lado.

Habló un rato con ella, trantando de esquivar el tema de su mejor amigo. Realmente no quería verlo hoy.

- Andrew quiere pasar a verte - soltó de repente. Ella negó con la cabeza.-Hija no seas ingrata, no se ha ido ni siquiera a dormir. Desde que te internamos aquí,es el más preocupado de todos nosotros. Cuando a ese chico le alteras los nervios, se vuelve psicótico -bromeó.

-De acuerdo -dijo resignada, dándose cuenta que su madre no cambiaría de opinión y menos su amigo.

Su madre se fue y al instante entró Drewwy con el rostro muy serio, llevaba en la mano una pequeña caja roja (los chocolates favoritos de Lucy), su rostro seguía siendo encantador a pesar de las ojeras marcadas tenuemente.

-¿Cómo estás? -preguntó con voz extrañamente formal.

-Bien, supongo.

-Me diste un buen susto.

-No más del que tú a mi -soltó inconscientemente, se mordió la lengua para detenerse. Supo que la había cagado.

-¿Cómo? - preguntó Andrew con ambas cejas levantadas.

-Cuando mencionaste a ... Samantha -mencionó el nombre con toda la amabilidad que pudo. -Pensé que todo eso era un asunto pasado.

-Igual yo, pero me dió tanto gusto escuchar su voz de nuevo, saldremos el sábado.

Auch.
Otro golpe, otra astilla en el corazón.

-Ahh -musitó con voz apagada.Él lo notó y se sentó dejando los chocolates en la mesa blanca, tomó las manos de Lucy y a ella le recorrió un cosquilleo al sentir la calidez que las manos de él le proporcionaban.

-¿Por qué nunca te ha caído bien?

Creo que...TE MERECES ALGO MEJOR MALDITA SEA.

-Tal vez....¿Por qué me odia? -.contestó con simpleza, levantó la cabeza.

-Vamos Lucy, Sam te adora.

Ajá, casi tanto como El correcaminos al Coyote.

-Claro -sonrió hipócritamente. -Pero creo que... asi ella te hace feliz tienes todo el derecho de hacer lo que mejor te plazca - ni siquiera lo miró, en el fondo quería creer que era capaz de ello.
Si no podía ella hacerlo sentir de esa manera, sería feliz viéndolo sonreír a él a costa de su sufrimiento, soportaría todo si se trataba de Drewwy.

Él se quedó pensando unos segundos y después sonriendo se acercó para besarla en la mejilla. Cuando se separó, algo lo dejo en su lugar, se quedó viendo los ojos almendrados de Lucy que lo observaban de la misma manera,con ternura.
El corazón se le apretó de forma extraña y después empezó a bombear sangre de manera diferente,como si estuviera al borde del colapso.

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Anexo: Foto de Samantha, ex novia de Andrew

Hablemos de amor (EDICIÓN 2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora