Los mellizos Wersay se complementan perfectamente, Maribel heredó el don y el gusto de su abuela por hornear, mezclar y batir todo tipo de postres y dulces. En cambio su hermano Alexis heredó el don y el gusto de su abuelo por administrar, financiar y vender. Y así es como se complementan Maribel hornea y Alexis vende.
-Te lo digo Maribel, si haces para la próxima muffins de arándano te comprarían más-Decía Alexis dirigiéndose a su hermana melliza.
-Bueno, pero la otra tanda de muffins saldrá el mes siguiente. Lo que vendimos nos alcanza para hacer galletas hojaldradas, tenemos que comprar la mantequilla.
Alexis asintió viendo a través de la ventana del auto. Se dirigían a la casa de sus abuelos, su lugar preferido.
-Hablando de eso, Maribel ¿dónde están mis 2 muffins que te pedí que me guardaras?- Dijo su padre mirándolos desde el asiento de conductor, mientras el semáforo estaba todavía en rojo.
-No hiciste reservación formal- Dijeron al unisonido
-Reservación form...¡Soy su padre!
-¡Y nosotros tus hijos!-Dijeron con una sonrisa
-Y da la casualidad de que hice 2 charolas de muffins, debían a haber sido 24 deje que se reposarán 5 minutos y encontré 23 ¿alguna idea de quién pudo haber sido padre?-Dijo Maribel mirando fijamente la nuca de su padre, que lo que notó empezó a sudar.
-De seguro fue...
-Malteada no, no le gustan los arándanos-Dijo Maribel esperando a que su padre confesará.
-Sí, fue tu padre Maribel, lo delato por que se lo comío en mis narizes sin ofrecerme.-Dijo su madre fulminando con la mirada a su esposo.
-Solo quería que confesará
-¡Ya llegamos!-Dijo Alexis con emoción, abriendo la puerta del auto.
-De acuerdo, los veremos luego, adiós se cuidan- Dijo su madre despidiéndose de sus hijos con un abrazo y un beso en la mejilla
-Adiós mamá, adiós papá
Su madre y padre llevaban a Alexis y Maribel a casa de sus abuelos cada Domingo por la tarde, convivían muy bien con sus abuelos.
-¡Oh cielos, ya han llegado!-Dijo su abuela Dulce, extendiendo los brazos hacía ellos, los cuales correspondieron.
-¡Tengo tanto que contarte abuela!
-¿Se comió uno?-Pregunto su abuelo Albert con una taza de chocolate caliente en las manos.
-Si- Río Maribel
-Ahora te estás riendo, pero cuando lo acusaste pusiste la cara más seria que pudiste haber hecho-Dijo su hermano dando un largo sorbo de chocolate caliente.
Maribel se detuvo antes de dar el sorbo ella a su taza dijo:
-Nadie se mete con mis muffins de arándanos ¡Nadie!
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Dulce Dulce
Fiksi UmumSinopsis: Muchos ignoramos las historias que nos cuentan nuestros abuelos,quizás le restamos importancia al desconocer la veracidad de las mismas, sin embargo, la historia de los Wersay es diferente.Una historia donde prevalece la dulzura y que...