Cuando era niña

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En las últimas semanas de verano una de mis tias fue a visitarnos, lo cual debería ser frecuente ya que vive a dos cuadras de casa, lo desagradable no era eso, sino mis primos, Lenny y Niall, a decir verdad Niall ni siquiera era mi primo, solo era el mejor amigo de Lenny, pero el decía que lo era. Tenía nueve años de edad en ese entonces, no sabía protestar. Tuvieron que llevarme a "jugar" Eso nunca pasó, fuimos al pequeño bosque frente a la calle que curiosamente unos metros después conducía a otra calle, había una pequeña laguna ahí, cuando llegamos ellos directamente subieron a la casa del arbol que yo jamás había visto, no me dejaron entrar exclamando un "No se permiten niñas"

Lo único que me quedó por hacer fue considerar ir a casa, pero mi madre se enojaría por que no fui a jugar y los chicos se enojarían porque los delataría de no dejarme jugar, así que solo me senté frente a la laguna, me sentí solita y triste, una lagrima rodó por mi mejilla, levanté la vista al escuchar el agua sonar, segundos después una piedra golpeó tres veces el agua hasta finalmente caer. Voltee hacia donde vi venir la piedra y vi a un chico de grandes ojos y cabello castaño casi rubio mirarme fijamente serio. Me asusté un poco al pensar que podría ser un fantasma hasta que sonrió, le devolví débilmente la sonrisa y el se acercó corriendo hacia mi, se sentó a mi lado.

"¿Por que estas solita aquí?"- preguntó mirando hacia todos lados

"No estoy sola, solo que ellos no me dejan entrar a la guarida"- dije con un puchero en mis labios mientras apuntaba a la casa del arbol

"No te preocupes, ven conmigo"- se levantó y me tendió la mano, lo pensé unos segundos, podría ser buena idea darles un susto a esos chicos si desaparezco

Tomé su mano y me jaló con el para rodear la laguna y cruzar al otro lado, cuando cruzamos vi la calle y las casas blancas de nuevo, sin embargo era otra calle. Me llevó directo hacia el patio de atrás de una casa y vi una pequeña casita de madera color marrón obscuro, entramos y todo estaba vacío a excepción de unos crayones partidos a la mitad tirados en el suelo.

"Ahora vuelvo"- dijo de repente mientras entraba a la casa, bien, el vive aquí, me senté en el piso de madera y miré hacia el suelo, el chico tardaba mucho así que me puse a contar los pedazos de crayones hasta que el regresó, no entró porque traía una mesa desarmable, le quitó las patas y la metió a la casa, le puso de nuevo las patas mientras yo lo miraba con curiosidad, el se limitó a levantar un dedo en signo de que esperara un minuto y salió de nuevo, regresó minutos después con dos pequeñas sillas blancas, las puso a cada lado de la mesa y me indicó que me sentara y así lo hice. Volvió con una caja de pizza y se sentó frente a mi depositando la caja en la mesa.

"Soy Michael, Michael Clifford"- yo asentí sonriendo

"Amelie Dayane"- El hizo una cara de disgusto y yo lo miré con confusión

"No me gusta ese nombre"- yo fruncí el seño porque Amelie es un lindo nombre

"Amelie es lindo nombre, pero Dayane es horrendo"- yo sonreí porque no se refería al primero sino al segundo, asentí. Tomó un trozo de pizza y yo lo imité, le dio una gran mordidad antes de hablar

"¿Cuantos años tienes?"- preguntó con la boca llena, yo iba a responder, pero el me paró "No contestes sin antes darle una mordida a tu pizza"- asentí y mordí mi pizza

"Tengo nueve"- el sonrió antes de morder otro trozo

"Soy más grande, tengo diez"- rodé los ojos porque no era más que un año de diferencia, pero no discutí

Cuando terminamos de jugar vi que empezaba a anochecer, Michael tomó mi mano y regresamos corriendo de nuevo al bosque. Cuando llegamos, Calum un amigo de Lenny ya estaba abajo y Niall iba bajando, suspiré de alivio de que no hayan notado mi presencia, que era lo que quería en un principio, pero tampoco quería hacer llorar a mamá, ni Lenny ni Niall me notaron y se fueron corriendo. Iba a ir tras ellos, pero Michael tomó mi mano

"Yo te llevaré a casa, ellos son unos tontos"- asentí y caminamos de la mano hasta el frente de mi casa

"Ve al lago mañana a la misma hora, pide permiso"- asentí y corrió de nuevo hacia el bosque y yo entré a casa.

Las semanas pasaron y yo me reunía con el todos los días en el lago e ibamos a su casa de madera, a veces a dibujar, otras a comer, algunas veces entramos a su casa de verdad a ver caricaturas o a ayudarle a su madre a hacer panqueques, seguimos así hasta que el día de entrar a clases llegó. Yo entré por primera vez ahí a cuarto grado ya que mi madre pensaba que los primeros tres años de primaria no servían de nada. Yo iba a tercero y Michael a cuarto, nos juntábamos todos los recreos.

Cumplí diez y Michel once, pasé a cuarto y Michael a quinto, las cosas cambiaron, Michael se alejó un poco, no importó mucho por que el se mudó a un lado de casa y recuerdo que ese día no podía dejar de sonreír, se había llevado su casa de madera también, nos levantábamos a la media noche y entrabamos en la casa.

Tenía algunas amigas así que no me preocupaba tampoco, cuando el pasó a sexto grado de primaria, se alejó más, salía con los chicos de su salón y algunas veces me saludaba o me sonreía, pero ya no como antes. A causa de eso yo me encerré en libros y música, no salía de casa más que para ir a la tienda. Un día a principios de marzo, Michael se acercó, pero no venía solo, venía de la mano de una linda morena de ojos cafés.

"Hey Amy. quería presentarte a Juliette, es mi novia"- yo sonreí a la chica y también a Michael

"Un gusto"- ella me sonrió

"Mike consideró apropiado que me presentara a su mejor amiga, ya que eres muy importante para él"- yo sonreí más y se me hizo un nudo en la garganta

Sonreí a Michael una vez más antes de despedirme con la mano y caminar hacia la biblioteca, ella es muy linda, pensé, se ven bien juntos, sonreí satisfecha con mis pensamientos y seguí mi camino.

Cumplí doce y Michel trece, era finales de diciembre, ya se sentía el frío acercarse, vi el día gris y decidí salir un rato, pasé a la cocina por un vaso de agua, mamá me observó y me dio una mirada triste, me pregunté porque, pero lo ignoré y salí de casa. Palidecí al instante. Enfrente de casa de Michael había un camión de mudanza, sus padres metían cajas dentro de él. Vi a Michael salir de casa y me apresuré a él.

"¿Te-Te mudas?"- el me miró antes de asentir tristemente

"Iremos a Canadá"- abrí los ojos y sentí las lagrimas salir por sí solas, Michael me miró con preocupación

"Hey Hey, no llores"- me abrazó fuerte y le correspondí al instante "Siempre seremos amigos, aunque estemos lejos ¿lo entiendes?"- asentí levemente

"Tenemos cuatro horas antes de que el otro camión llegue por las demás cosas, hay que ir al lago donde nos conocimos antes"- asentí porque era lo único que podía hacer. Tomó mi mano y corrimos al bosque, llegamos a la laguna unos minutos después.

"Sientaté ahí, como la primera vez"- lo pense un poco antes de recordar y hacerlo, el se alejó donde estaba cuando lanzó la piedra y me indicó que volteara hacia el frente, lo hice y segundos después el tiró una piedra a la laguna y voltee a mirarlo y tenía una sonrisa en su rostro, no pude evitarlo y los sollozos salieron sin control, el se acercó corriendo y me levantó, me abrazó mientras seguía sollozando. Cuando el llanto cesó el se separó y me miró fijamente

"Soy superman"- sonreí un poquito mientras sorbía mi nariz

"Y yo tu Kriptonita"- sonrió y tomó mi mano.

Cuando regresamos sorprendentemente el segundo camión ya estaba ahí, nos paramos en la acera y el volvió a abrazarme fuerte, le correspondí y puse mi nariz en su cuello e inspiré su aroma, el se separó y también estaba llorando, limpió unas lagrimas que se me escaparon. Se acercó y me dió un beso en la frente, en las dos mejillas y por último un pico en los labios, yo lo miré sorprendida, hasta que su madre lo llamó, ella se había despedido de mis padres antes, lo miré fijamente antes de empezar a soltar su mano.

"Te voy a extrañar superman"- el sonrió

"Te extrañaré siempre Kriptonita"- subió a la camioneta junto a sus padres, cuando la camioneta avanzó, el miraba por la ventana trasera, levanté una mano y el también, antes de perderse doblando la esquina.



Estaba intentando dormir cuando se me vino a la mente este capítulo ya que no saben mucho sobre Amelie, así que lo consideré apropiado, no creo que lloren ¿o si?

Jenni.

"SHE MY MOON"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora