Capitulo 16

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Si, tal vez no es lo mejor que pude haber hecho, noquear a Karim y escapar de la mansión cuando me dijo que iría en busca de Darío para que mantengamos una conversación de adultos. A causa de eso, mi pierna sangra otra vez, no siento dolor pues aún tengo la adrenalina corriendo por mi cuerpo, saltar la muralla, robar una moto y conducir a toda velocidad por la ciudad es algo que no hacía desde que salía con Zac, probablemente esté  comportándome como una cría, huyendo otra vez, pero la realidad es que no sé que podría decirle, tal vez podría empezar así:

« ¿hola Darío, que tal? ¿Recuerdas  a la chica que defendiste en el colegio? Oh sí, era yo»

No, tal vez así:

«ya sé que maté y queme a tu esposa, pero deberíamos hablar»

Creo que la mejor forma de empezar una conversación con él sería esta:

« quieres sexo de reconciliación?»

Por Dios!! Ya empiezo a delirar, ni siquiera sé si quiero solucionar las cosas con el, volver a ser lo que éramos, por no hablar que de alguna forma, desde que apareció en mi vida otra vez no dejo de pensar en el tonto de Zac, soy consciente que me estoy comportando como una adolescente, pero no puedo evitar sentir que debo elegir entre ambos, Zac o Darío, los dos son tan malditamente diferentes, en todos los aspectos, ni siquiera la apariencia es igual, uno es hielo y otro fuego y yo...yo soy un poco de ambas y...

– no deberías beber tanto, Freya.

Termino de un trago el décimo y algo vaso de cerveza y miro al dueño de la voz, desde que lo conozco nunca lo había oído llamarme por mi nombre, siempre era ese apodo "gatita", ni siquiera cuando le exigía infantilmente que me llamara por mi nombre, no lo hacía, siempre habla bromeando, con una sonrisa y cuando no sonríe es porque no habla conmigo, así que...que me llame por mi nombre de pila, con ese semblante serio, su ceño ligeramente fruncido no trae nada bueno.

– haz tomado una decisión?– pregunta tomando asiento a mi lado.

Levanto el dedo índice indicándole a Tim, el barman que sirva otro vaso de cerveza, tal vez una jarra, el pobre hombre asiente a pesar de la fulminante mirada de Zac, probablemente el piense que el hombre de aspecto peligroso sabe que él me curó la herida abierta de la bala, aunque el trabajo que hizo haciéndolo no es el mejor.

– una decisión?– pregunto mirando mis uñas.

La uña del dedo anular está rota, no sé cómo me lo pude haber roto, tal vez lo rompí al darle un puñetazo a la pared de cemento, lo cual también explicaría los rasguños en mis nudillos, pero para ser honestos no creo que esa sea la razón, tal vez la rompí yo sola mientras pensaba en lo que tengo que hacer .

Mmmm.

Creo que empiezo a delirar otra vez, a montarme mis propias películas, tal vez esté perdiendo la razón, quizás es el alcohol que he ingerido, aunque no siento ningún efecto en mi cuerpo, me siento igual que siempre.

– arrastras las palabras – la voz de Zac se escucha un poco lejana, tal vez se deba a la música que de pronto se escucha en el local, ¿o siempre estuvo encendida? – quiero saber si ya tomaste la decisión con quien te quedas, Darío o yo?

Asiento con la cabeza para después negar, niego, niego, niego, sacó un par de billetes del bolsillo trasero de mi pantalón, se lo tiendo a Tim, bebo la cerveza que me trajo, sin detenerme a respirar hasta que ya no queda nada de ese líquido dorado. Al levantarme mi cabeza empieza a dar vueltas, mi vista se distorsiona hasta el punto que veo dos Zac fulminándome con su grisácea mirada.

– no me hagas esto– murmuro intentando descifrar cual de los dos es el verdadero.

Me sujeto a su hombro cuando siento como mi cuerpo se empieza a tambalear, o tal vez me lo esté imaginando, pero de cualquier forma, me estoy empezando a marear y eso no es bueno, se lo que viene después, el vomito, el llanto por lo que sea que se me cruce por la cabeza, decir cosas que no pretendo que sepa, le oculto demasiadas cosas, cosas que harían que se le aleje de mí tan rapido como decidió volver.

DANGEROUS: RESURGIR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora