Capítulo 2

9.2K 699 26
                                    

Suelto una carcajada sin gracia y suelto a Alex, aliso su corbata y camisa arrugada por la forma tan violenta con lo que lo cogí, cojo mi copa de martini y me bebo el líquido entero sin pararme a respirar, con una ceja enarcada miro a Alex que no se ha movido de su posición.

- si quieres seguir respirando será mejor que te vayas - le aconsejo con una media sonrisa.

Alex me mira entre preocupado y decidido, la verdad a mi no me preocupa, es decir, el lugar está rodeado por mis hombres y si intenta algo...antes de que sus dedos puedan tocarme, él ya estará a tres metros bajo tierra.

- por favor, salga conmigo, realmente es importante - dice casi suplicante.

Que un hombre con su apariencia tan ruda tenga que suplicar que le haga caso me dice que me teme, pero teme aún mas a su jefe, sabe que si me toca no saldrá vivo de aquí y probablemente si no me lleva con él su jefe lo asesinará por no cumplir una simple orden, se que no es un invitado corriente y eso es lo que me perturba en cierto sentido, mis hombres no dejarían pasar a nadie que fuera del equipo enemigo.

- señorita, el hombre está molestándola? - pregunta una voz terriblemente conocida.

Miro a Maicol de arriba abajo y niego con la cabeza, realmente tratarme bien no arreglará nada. Alex rindiéndose de momento se marcha dejándome con mi antiguo jefe, con el que por sierto nunca me llevé bien.

- un gusto verle nuevamente señor Carter - le saludo cortésmente.

Después de todo tengo buena educación, aunque eso no me impedirá hundirlo cuando yo así lo decida.

- he oído que tiene dos niñas preciosas - dice a la vez que le hace una seña para que el barman le sirva una copa de lo que sea.

Ruedo los ojos irritada, las noticias vuelan rápido, noe gusta que mis hijas anden en boca de todos, y menos en la del hombre que ayudo a que mi vida se arruinase en su momento.

- mire, ni yo le caigo bien ni usted a mí, así que ahorremosno ésta dosis de hipocresía, por el bien de ambos- le digo con un guiño.

Nunca nos llevamos bien, y que ahora me trate como una de sus amistades después de lo sucedido es simplemente estúpido, entiendo que lo hiciera antes, pues trabajaba para él, pero ahora es innecesario y una absoluta perdida de tiempo.

- yo no te odio Freya, al menos ya no- dice apoyando su arrugada mano sobre no hombro - te odiaba porque sabía que tu eras la hermana de Sarah, ella convenció a mi hijo de deshacer el Cartel CatBlack, ella lo convenció de desafiar a Christopher Evans y por ellos mi hijo casi muere - murmura con la voz quebrada - pero me he dado cuenta de que tú no eres igual a ella, Sarah volvió y necesito tu ayuda para alejararlo de mí hijo - me pide casi con desesperación.

Para ser honestas es algo que no sabia, no sabía que la idea de dar caza a mi padre fue de ella, aunque a estas altura ya no me sorprende, aunque lo que si me sorprende es que Maicol me pida ayuda, no se que le hace pensar que lo haré, creía que me conocía lo suficiente como para ahorrarse ese tipo de preguntas.

- Darío ya es bastante mayorcito como para que intentes interferir en su jodida vida - hablo molesta.

En realidad no me molesta que me pida ayuda, lo que me molesta es que después de todo, todo lo que viví con su hijo crea que lo haré. Si Darío quiere volver a su mundo oscuro es su problema, no el mío, tengo demasiadas cosas mas importantes de la que preocuparme como para andar separándolo de Sarah cuando demostró desde un principio que eso es lo que él quiere.

- por favor - me ruega cogiéndome de la mano cuando estoy a punto de irme - desde que ella volvió es la primera vez que lo veo sobrio, lo he sacado de la cárcel dos veces ésta semana, por favor.

DANGEROUS: RESURGIR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora