La Dama de la Oscuridad y El Caballero de la Luz

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Brillo entre las Sombras

Érase una vez, hace no demasiado tiempo una chica que vivía en la oscuridad, adoraba la luna y se escondía tras la sombra que le brindaba un precioso bosque lleno de oscuridad y silencio. Ella amaba estar sola, contemplar la lluvias, las gotas que caían en su ventana en su ventana y como se resbalaban al contacto con el vidrio

Ella adoraba todos los beneficios que le brindaban la oscuridad y la soledad, para ella sus mejores amigas. En un pueblo cercano las pocas personas que alguna vez la vieron la llamaban "La Dama de la Oscuridad", por su amor a la oscuridad y la belleza escondida entre las sombras en las que ella se resguardaba

Ella amaba leer pero no creía en los cuentos de hadas, tenía un pasado que la había obligado a apartarse de la sociedad, que le había causado cicatrices internas y externas en su alma y en su piel, por lo cual se había obligado a si misma a ser fría, y recordaba un día haberse dicho "Se cómo la nieve, hermosa pero fría" y ella consideraba de que esa manera nadie podría destruir sus sentimientos una vez mas

Ella sabía que los príncipes azules no existían, ni que las princesas serian rescatadas de su encierro, ni que las historias terminaban con un "Y vivieron felices por siempre"; para ella todo eso era una mentira

Ella prefería resguardarse en la oscuridad, mirar la luna brillante sobre ella, apreciar la lluvia, observar el atardecer y beber una taza de café mientras escribía un buen poema y siempre estar sola, ese era su estilo de vida y prefería que así se mantuviese, todo esto se había vuelto parte de lo que vivía día a día y así se acostumbro

En esos mismos tiempos, un chico, con una personalidad y gustos totalmente distintos y opuestos. El adoraba el sol y soportaba a las justas la oscuridad, pero siempre de la mejor manera posible. Él amaba la compañía, no le agradaba para nada la soledad pero no encontraba la compañía indicada, la que, el compañía soñada y la mejor. Él quería estar con alguien con quien pudiese hablar de cualquier cosa, por más trivial que fuese y ser escuchado, él quería una amistad que durase para siempre, un amor, más él sabía que todo a su tiempo llegaría aunque la paciencia no era su fuerte, su esfuerzo y voluntad eran inigualables.

Él vivía en un hermoso pueblo muy cercano a un bosque prohibido, en dicho pueblo los nombres eran más bien alias, según las personalidades de cada ciudadano, él era bien llamado "El Caballero de la Luz"

Él estaba en busca de la felicidad, en el mismo lugar donde una vez la perdió. El creía en las fantasías, en las leyendas, en uno que otro cuento de hadas, creía que quizás con esfuerzo, dedicación y optimismo un día lograría alcanzar todo lo que una vez quiso tener, pero, el hecho de querer lograr sus metas, lo llevarían al materialismo, él quería sentirse completo, quería encontrar ese algo que llenaría el vacío que se alojaba en su pecho

El afrontaba cada situación con una sonrisa inigualable y siempre veía el lado de todo. Pero en exceso todo es malo, era demasiado irrealista y soñador y no lograba asimilar su realidad por completo

Todos creemos en un bien mayor, en alguien en una posición más lata a la nuestra, en un algo sobre nuestras cabezas, quizás en las nube, tal vez en nuestros sueños, creemos gracias a nuestra fe, que sustenta lo insustentable. Era lo que a ella le faltaba, era lo que a él le sobraba

Un día sin más, El Caballero de Luz decidió adentrarse a dicho bosque prohibido, oscuro, silencioso, lleno de tranquilidad, quizás algo espeluznante pero su valentía era más fuerte

-Jamás conocerás lo que he vivido entre las sombras, no estás en el derecho de decir que todo estará bien, que todo será mejor, ni que el tiempo sanara heridas, ni que el esfuerzo lo puede todo, yo me rendí hace mucho, mis cicatrices son de guerras internas, que tú nunca entenderás, no te atrevas a cruzar de nuevo la barrera que hoy haz cruzado por error, ni a hablarme, no repitas tus palabras, no me hace falta ser bruja para saber que eres irrealista e irracional, tu vez la fantasía, yo veo la realidad, caballero, entiende que esta es mi vida y no pienso cambiarla por las palabras que salen de tu boca, ahora retírate y no vuelvas- dijo ella, aquel día en el que El Caballero dela Luz cruzo las barreras del bosque, en busca de su felicidad, haciendo caso a su sentido de aventura, encontrándose con aquella bella dama, tratando de hacer que viera el lado bueno de su historia y consolándola

Brillo entre las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora