La desgraciada

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Pasó un tiempo cuando Naata se dio cuenta que se encontraba en otro mundo; en medio de la oscuridad, desolada, perdida en la boca del lobo en el terrible agujero atragantante de la nada.  
"Otra vez no", pensó
  –Bienvenido querida.
En seguida, ese enorme espacio del vacío y negruzco se llenó con colores vívidos, arcoiris rebosantes y un paraíso lleno convertido en luz alegría

  –Qué es esto? –preguntó Naata de nuevo, incrédula
  –Este -abrió sus brazos e muestra del extraño mundo  –es el "paraíso"
  –Genial -es lo único que Naata supo decir. A comparación del otro mundo este contiene más vida y es, feliz...
   –Exacto! –exclamó el ser –a comparación de la otra dimensión, aquí puedes ser feliz, puedes comer todos los pastelitos que quieras, podrás divertirte en la enorme tierra y jugar con el aire, aspira el oxigeno de la libertad e ilumínate por la luz de la felicidad.
–Entonces ahora podré comer todos los pastelitos que quiera
–Por supuesto querida, y si decides quedarte serás feliz para siempre -esas palabras retumbaron a las paredes invisibles de aquella dimensión.
 –Y, qué me dices mi querida Naata?
  –Por qué me trajiste aquí?
–Qué dices? –aquella pregunta preocupó al ser
–Por qué decidiste "salvarme" de aquella otra dimensión? Justo iba a ver a mi familia ya que al fin era "libre".   
 –oh oh oh mi querida Naata, tu eras parte de  los demás engañados por ese demonio. Fuiste traída aquí porque de inmediato me di cuenta que alguien había caído en esa trampa, es por eso que me apresuré a liberarte de sus garras y aquí estás al fin, a salvo. Podrás ser al fin feliz, Naata.
  –Sabías que no era feliz en el mundo real.
  –Lo supe desde un principio, pero ya no pude rescatarte. Caíste de inmediato en aquella miserable dimensión. Pero al menos estás aquí –el ser hablaba tan compareciente y ameno.
  Así que, qué dices? Aquí obtendrás todo lo que jamás hubieras deseado.
Y, qué me dices? –su voz sonaba muy profunda
–Quiero regresar a casa.
–Pero qué? –al ser no le gustó esa respuesta –pero, pero, pero, este será tu nuevo hogar
Si regresas a tu "hogar" no serás feliz –lanzó risotadas nerviosas. – tendrás todo lo que quier.
–No, quiero regresar a casa.
–Tú, no sabes lo que dices. –el ser comenzaba a estresarse.
–El hecho de que sueñe en algo no lo cambiará para nada.
Al escuchar que mi familia se preocupaba por mí me hizo querer volver, así que ahora me pregunto si esta vez seré feliz.
–Tú no sabes nada! –el ser cubierto de nubosa se tornaba al color del principio de la dimensión,, grasa lo cubría lentamente y sus ojos brillaban como la misma sangre.
–Desgraciada! –su voz pasó a ser gutural demoníaca. La señalaba y no le quitaba de encima la oscura mirada.
Naata comenzó a correr y, cada paso que daba se volvía negruzco, todo esa oscuridad consumía a lo que el mundo fingía ser.  
  –Acabaré contigo!
–No –una luz destellante interrumpió ante la desfasada de la dimensión.

La Mala experienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora